Amigo Rgude, ambas cosas: En primer lugar era necesario que las medallas fabricadas en Roma fueran aprobadas por el Sacro Palazzo con el fin de que cumplieran con todos los requisitos decretados en el Concilio de Trento sobre las imágenes.
Podemos recordar el caso de las medallas de la Inmaculada Concepción/ SS. Sacramento mandadas acuñar en Roma en el s. XVII, por el monarca español , cuya leyenda no se ajustaba a la realidad dogmática del momento. Lo que motivó la retirada fulminante de todas aquellas que ya estaban a la venta en las tiendas romanas. Existía una censura eclesiástica.
En un artículo publicado en 2016, lo resumí del siguiente modo:
Las conocidas como «medallas romanas de asa vuelta o girada», se caracterizan por la disposición del asa perforada, con orificio perpendicular al campo de la medalla, así como por la presencia de la inscripción « ROMA » en el exergo, que permitía certificar fácilmente la factura romana del objeto, así como confirmar que el ejemplar había obtenido el imprimatur del maestro del Sacro Palazzo. (Simonato 2008, p.72; Gallamini 1989, p. 44). Algo similar a las palabras «LORETO» o «RECANATI» en los exergos de algunas medallas lauretanas. (T. Aymamí, 2016)
Saludos cordiales
tesayma