Muy buenas
Quiero compartir con vosotros esta coronilla
servita de los siete dolores hecho con azabache asturiano y plata creo es del XIX, cada medalla es diferente representando cada dolor, todas tienen el mismo reverso “La Virgen de los Dolores” y en anverso figura la representación de cada dolor.
La Coronilla
Servita de los Siete Dolores es una devoción que recuerda siete episodios tristes en la vida de la Santísima Virgen María. La costumbre se originó en la Orden
Servita (Siervos de María) probablemente poco después que se fundó la orden en Monte Senario, Italia, en 1233.
El símbolo tradicional de los Siete Dolores es el Corazón Doloroso de María, o sea un corazón traspasado por siete espadas y encima de todo una llama de fuego que representa su amor hacia a Dios y la humanidad. Las espadas refieren a la profecía de Simeón (Lucas 2: 33-35).
Igual que en el caso del Santo Rosario, hay un collar de cuentas para rezar los Siete Dolores. El collar de la Coronilla
Servita es conveniente para contar las oraciones, pero no se requiere para llevar a cabo la devoción. Hay 49 cuentas en un círculo, organizados en series de siete cuentas. Cada serie empieza con una medalla que muestra uno de los Siete Dolores. Las cuentas en el círculo se usan para rezar la "Ave María." Las medallas en el círculo se usan para el "Padre Nuestro." La medalla del Primer Dolor (la profecía de Simeón) cierra el círculo. Está conectada a un colgante de cuatro cuentas que termina con una medalla de la Virgen Dolorosa. Las cuentas del colgante se usan para rezar las oraciones de clausura.
VISTA GENERAL CORONITA SIETE DOLORES ANVERSOLongitud perimetral total: 95 cms
VISTA GENERAL CORONITA SIETE DOLORES REVERSOMEDALLA :Medidas : 24,67 x 20,39 mm
CORONA :Medidas: 30,13 x 20,77 mm
MEDALLAS DE LOS SIETE DOLORES - REVERSO COMUN:Medidas : 16,43 x 12,14 mm
FORMA DE REZARLOMaría, madre de la PAZ, ruega por nosotros
Inicio
Por la señal de Santa Cruz... Señor mío Jesucristo...
P. Dios mío ven en mi auxilio.
R. Señor date prisa en socorrerme.
Gloria al Padre...
Jaculatoria
Oh Madre Afligida, graba en mí las llagas de tu Hijo amado por mi amor crucificado. (Se repite al final de cada dolor)
1º Dolor La profecía de Simeón en la presentación del Niño Jesús.Virgen María: por el dolor que sentiste cuando Simeón te anunció que una espada de dolor atravesaría tu alma, por los sufrimientos de Jesús, y ya en cierto modo te manifestó que tu participación en nuestra redención como corredentora sería a base de dolor; te acompañamos en este dolor. . . Y, por los méritos del mismo, haz que seamos dignos hijos tuyos y sepamos imitar tus virtudes.
(Padre nuestro, siete avemarías, gloria y la jaculatoria)
2º Dolor La huida a Egipto con Jesús y José.Virgen María: por el dolor que sentiste cuando tuviste que huir precipitadamente tan lejos, pasando grandes penalidades, sobre todo al ser tu Hijo tan pequeño; al poco de nacer, ya era perseguido de muerte el que precisamente había venido a traernos vida eterna; te acompañamos en este dolor . . . Y, por los méritos del mismo, haz que sepamos huir siempre de las tentaciones del demonio.
3º Dolor La pérdida de Jesús.Virgen María: por las lágrimas que derramaste y el dolor que sentiste al perder a tu Hijo; tres días buscándolo angustiada; pensarías qué le habría podido ocurrir en una edad en que todavía dependía de tu cuidado y de San José; te acompañamos en este dolor . . . Y, por los méritos del mismo, haz que los jóvenes no se pierdan por malos caminos.
4º Dolor El encuentro de Jesús con la cruz a cuestas camino del calvario.Virgen María: por las lágrimas que derramaste y el dolor que sentiste al ver a tu Hijo cargado con la cruz, como cargado con nuestras culpas, llevando el instrumento de su propio suplicio de muerte; Él, que era creador de la vida, aceptó por nosotros sufrir este desprecio tan grande de ser condenado a muerte y precisamente muerte de cruz, después de haber sido azotado como si fuera un malhechor y, siendo verdadero Rey de reyes, coronado de espinas; ni la mejor corona del mundo hubiera sido suficiente para honrarle y ceñírsela en su frente; en cambio, le dieron lo peor del mundo clavándole las espinas en la frente y, aunque le ocasionarían un gran dolor físico, aún mayor sería el dolor espiritual por ser una burla y una humillación tan grande; sufrió y se humilló hasta lo indecible, para levantarnos a nosotros del pecado; te acompañamos en este dolor . . . Y, por los méritos del mismo, haz que seamos dignos vasallos de tan gran Rey y sepamos ser humildes como Él lo fue.
5º Dolor La crucifixión y la agonía de Jesús.Virgen María: por las lágrimas que derramaste y el dolor que sentiste al ver la crueldad de clavar los clavos en las manos y pies de tu amadísimo Hijo, y luego al verle agonizando en la cruz; para darnos vida a nosotros, llevó su pasión hasta la muerte, y éste era el momento cumbre de su pasión; Tú misma también te sentirías morir de dolor en aquel momento; te acompañamos en este dolor. Y, por los méritos del mismo, no permitas que jamás muramos por el pecado y haz que podamos recibir los frutos de la redención.
6º Dolor La lanzada y el recibir en brazos a Jesús ya muerto.Virgen María: por las lágrimas que derramaste y el dolor que sentiste al ver la lanzada que dieron en el corazón de tu Hijo; sentirías como si la hubieran dado en tu propio corazón; el Corazón Divino, símbolo del gran amor que Jesús tuvo ya no solamente a Ti como Madre, sino también a nosotros por quienes dio la vida; y Tú, que habías tenido en tus brazos a tu Hijo sonriente y lleno de bondad, ahora te lo devolvían muerto, víctima de la maldad de algunos hombres y también víctima de nuestros pecados; te acompañamos en este dolor . . . Y, por los méritos del mismo, haz que sepamos amar a Jesús como El nos amo.
7º Dolor El entierro de Jesús y la soledad de María.Virgen María: por las lágrimas que derramaste y el dolor que sentiste al enterrar a tu Hijo; El, que era creador, dueño y señor de todo el universo, era enterrado en tierra; llevó su humillación hasta el último momento; y aunque Tú supieras que al tercer día resucitaría, el trance de la muerte era real; te quitaron a Jesús por la muerte más injusta que se haya podido dar en todo el mundo en todos los siglos; siendo la suprema inocencia y la bondad infinita, fue torturado y muerto con la muerte más ignominiosa; tan caro pagó nuestro rescate por nuestros pecados; y Tú, Madre nuestra adoptiva y corredentora, le acompañaste en todos sus sufrimientos: y ahora te quedaste sola, llena de aflicción; te acompañamos en este dolor . . . Y, por los méritos del mismo, concédenos a cada uno de nosotros la gracia particular que te pedimos…
P. Ruega por nosotros Santa madre de Dios
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.
Oración final
Señor, que en tu misterio de salvación has querido que continuara la Pasión de tu Hijo en los miembros de su cuerpo, que es la Iglesia: haz que, unidos ala Virgen María, Madre Dolorosa al pie de la cruz, la imitemos y sirvamos a Cristo en los hermanos que sufren. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.
Un cordial saludo,