Muy buenas
Preciosa figura-medalla de la Virgen del Pilar querido Centauro.
La imagen se ha ido cubriendo de forma diferente a través de los tiempos.
Lo demuestran antiguas pinturas existentes. D. Gerardo Mullé de la Cerda (1872) escribe: “Desde tiempos muy remotos, que todos los escritores lo refieren, se viene cubriendo el Pilar con los llamados mantos, que puestos parecen un cono truncado. Antiguamente se colocaban tan altos que sólo se descubrían las cabezas de La Virgen y el Niño, por lo que en las pinturas antiguas así se representa, y en las oficinas del Cabildo existe un lienzo muy bien pintado que recuerda el estilo de Alonso Cano, en que un religioso dominico está orando a los pies de La Virgen, cuyo Pilar se halla adornado de esto modo”. (El dominico del que habla de Mullé es el franciscano beato Agno, Obispo de Marruecos, que fue canónigo de la Basílica del Pilar y ofreció ayuda a Fran Juan Parente, enviado a España por San Francisco de Asís).
Sigue escribiendo Mullé: “el siglo precedente y acaso por indicación de Ventura Rodríguez, se empezaron a colocar los mantos como en la actualidad; y fuese de desear que si no quitarlos, por ser antigua la costumbre, al menos se bajasen hasta descubrir del todo la sagrada efigie”.
Posiblemente desde finales del siglo XV se ponían mantos a la Virgen: el protocolo notarial de Martín de la Zaída (1504) redacta la testamentaria de Juan Benedit, en el que deja 1000 sueldos para la confección de un manto. Pablo de Gurrea, notario público de la ciudad Cesaraugustana (1577) hace una catalogación de 72 mantos de Nuestra Señora del Pilar.
Es un hecho que el número de mantos aumente constantemente. Si a finales del siglo XVI el inventario reseñaba 72 mantos, en la actualidad son más de 400.
El manto puede entenderse como dimensión estética, dentro de la cultura popular, como medio decorativo. Si en la actualidad los devotos o los miembros de una cofradía ornamentan con túnicas, altares, candeleros y carrozas las imágenes de su devoción, no podemos negar la existencia de tales comportamientos en la religiosidad popular de hace más de cinco siglos.
Hoy día es un hecho: el manto se pone tapando únicamente la columna., dejando al descubierto la Virgen y el Niño, y los días 2, 12 y 20 de cada mes, en recuerdo de la Venida de la Santísima Virgen a Zaragoza (2 de enero), de su fiesta principal (12 de octubre) y de la Coronación canónica de la Imagen (20 de mayo), aparece el Pilar sin manto, expuesto a la veneración de todos los fieles. Lleva manto el mismo día 20 de mayo y 12 de octubre.
Los mantos han tenido la finalidad de ornamentar la imagen de la Virgen como expresión de amor y devoción, y la de acompañara los enfermos durante su enfermedad. Precisamente la demanda de mantos para los enfermos motivó la creación de la “medida de la Virgen”, cinta sencilla y manejable, cuya zona impresa corresponde a la altura de la talla de la imagen. Las cintas son bendecidas y “pasadas” por la Virgen, sustituyen al manto y son de diversos colores; su existencia se remonta, al menos, al siglo XVII.
Dimensión de los mantos
El manto de la Virgen tiene la forma de un trapecio circular en el que la cinta que une los dos ángulos de la base inferior mide 146 cm. Y la que une los vértices superiores entre 40 y 47 cm.; la altura del mismo es de 82 a85 cm., más el fleco.
Unos mantos por los materiales utilizados, otros por el diseño y la técnica usada, en los más por la calidad del bordado, les da una belleza admirada por todos.
Para poder colocar el manto hay un portamantas, apoyado sobre la base superior de la Columna, sobre el que se coloca el manto correspondiente de cada día. El soporte actual, que sustituye al anterior de madera, se usa desde el 12 de marzo de 1978; es de aluminio, y fue realizado por Juan Jiménez y el estuchista Juan Artigas. Otro elementoes el sujetamantos; una vez ajustado el manto, en la parte superior del mismo, se instala esta pieza. La Columna está protegida por una cubierta de bronce y otra ornamental de plata cincelada. Tiene una altura de 106 cm. más su proyección interna hasta “el humilladero” para la veneración de los fieles.
Colores de los mantos
Son muy variados de colores los mantos de la Virgen. Algunos mantos son verdaderamente originales por su combinación de colores. A veces son inspiración propia de su autor, otros combinados de colores obedecen a temas concretos, alusivos a la empresa de los donantes. Normalmente, al pedir la posibilidad de donar un manto, se advierte al donante que evite cualquier anagrama, iniciales o letras de publicidad. Si lo prefiere,puede ponerlas por el reverso del manto.
Los mantos se ponen siempre en circunstancias especiales, o cuando el donante lo pide por algún motivo concreto. Bien es verdad que los mantos más frecuentes en la Virgen son aquellos que se adaptan a los colores litúrgicos, lo que suele ser una de las condiciones que se pide al realizarlos: Blancos, tiempo de Pascua o solemnidades y fiestas del Señor. Verdes, durante el llamado tiempo ordinario. Morados, tiempo de adviento y cuaresma. Azules, para la novena de la Inmaculada o fiestas de la Virgen.Rojos, memorias y fiestas delos santos mártires.
Bibliografía:
Cabildo de Zaragoza; Las Fiestas de Zaragoza de Antonio Barceló y Alberto Serrano; Mantos de Ntra. Señora del Pilar de Revista El Pilar.
Saludos,