Buena noches a todos, amigos, como regalo de Reyes, pero sólo visual
, os muestro una interesante medalla con dos advocaciones inéditas en el foro; una mariana, la Virgen de Atocha y otra referida a Cristo, el Cristo del
Zapato, versión matritense del Cristo de Lucca.
He confeccionado la siguiente ficha, sobre la que os ruego vuestro parecer.
- Morfología: Ovalada
- Advocación : Nuestra Señora de Atocha/Cristo de Luca o del
Zapato- Anverso: Imagen de la Virgen de Atocha, representada como Virgen vestidera, con manto, ricamente engalanado, producto de los múltiples regados de la Casa Real, con Niño a su izda. Despojada del manto, la Virgen se observa como era antaño, sedente, con Niño bendicente a su izquierda, al que la Virgen ofrece una manzana. Leyenda: N[UESTRA]·S[EÑORA]·DE·ATOCHA
- Reverso : Cristo de Luca o del
Zapato, copia del Volto Santo de la Ciudad de Lucca. Leyenda: S.VVLTO LVQVENIESV
- Orden emisora: Posiblemente Dominicos
- Material: Bronce
- Tamaño: 20x16 mm
- Peso: 2,8 g
- Fábrica: Fundida
- Asa: Coplanar con refuerzo globular, conserva la reasa
- Borde: listel biselado
- Datación: S XVII
- Comentarios :
La Virgen de Atocha, cuyo nombre parece derivar de la atocha, planta parecida al esparto y frecuente en la zona donde se ubica el Santuario de Atocha, parece que fue traída a España, según la tradición, por los discípulos de San Pedro, la primera referencia que sobre la imagen existe nos remonta a un escrito del siglo VII de San Ildefonso, arzobispo de Toledo. En él recomienda a un canónigo de Zaragoza que visite una ermita, situada junto a la vega del río y donde se venera una imagen, que por la descripción correspondía a Nuestra Señora de Atocha. En el año 1523, el inquisidor general Francisco García de Loaysa, solicita y consigue del papa Adriano VI el permiso para que la orden de predicadores de Santo Domingo ocupara el templo que habría de sustituir a la segunda ermita, construida por el caballero cristiano Gracián Ramírez. El rey Felipe II ordenó edificar una capilla dedicada a Nuestra Señora de Atocha con un retablo y puso la capilla bajo el patronato real. Felipe III también se inició la costumbre de que los reyes se detuvieran en el convento antes de entrar o salir de la Villa y Corte. Después, bajo el reinado de Felipe IV, la Virgen de la Almudena fue nombrada Patrona de la Villa y Nuestra Señora de Atocha paso a ser Patrona de la Corte. La dinastía de los Borbones mantuvo la misma devoción hacia la Virgen de Atocha y fue Isabel II quién consiguió en el año 1863 que el papa Pío IX convirtiera la iglesia en basílica.
Actualmente se mantiene la tradición de que todos los hijos del Príncipe heredero sean bendecidos por la Virgen de Atocha.
La
Santa Faz de Lucca es un crucifijo de madera colocado en una capilla construida por Matteo Civitali en 1484, en la nave izquierda de la catedral de San Martín en Lucca. Según una leyenda medieval fue esculpido por aquel Nicodemo que, junto a José de Arimatea, depositó a Cristo en el sepulcro.
Vista la particularidad iconográfica del Cristo vestido, imagen muy rara en Occidente pero muy difundida en Oriente, probablemente el crucifijo proviene de esta última área, tal vez del ámbito sirio, dado que viste el “colobium”, una indumentaria de aquella zona geográfica.
Gracias a la popularidad alcanzada por esta antigua escultura, se produjeron muchas copias, sobre todo xilográficas, para uso de peregrinos que acudía a Lucca desde cualquier parte de Europa. A estas copias, que comienzan a principios del siglo XII, se las empezó a llamar la Santa Faz (Volto Santo) de Lucca.
Una copia de la imagen de este Cristo, venerado en la ciudad italiana que le da nombre, fue traída a España por un embajador de aquel país , allá por el siglo XVII, y entregada a los frailes dominicos que atendían el Santuario de la Virgen de Atocha en cumplimiento de alguna promesa hecha a la Virgen. El Cristo causó sensación entre los fieles por su apariencia tan diferente a la de la tradicional imaginería española. De estilo oriental, estaba completamente vestido con túnica, estolón y, lo que llamaba más la atención, calzado con unos bonitos zapatos de plata. Ni que decir tiene que la sensación se trocó en devoción y el Cristo de Luca tuvo un gran número de devotos, entre ellos un pobre ex-soldado, al que Cristo entrega un
zapato. Tras varias peripecias, el soldado, acusado en principio de robo sacrílego, es indultado por el Rey Felipe IV, aunque este dejaba establecido “que en lo sucesivo no se admitieran regalos divinos, bajo pena de vida”; visto esto, la noticia voló por todo Madrid y en lo sucesivo, claro está, el Cristo de Luca se transformó en el Cristo del
Zapato. Esta medalla data posiblemente de esta época, siglo XVII, durante el reinado de Felipe IV.
Durante la Guerra de la Independencia el Santuario de Atocha fue usado como cuartel por las tropas francesas, y los fuegos de campamento de la tropa fueron alimentados con toda clase de objetos y obras de arte que pudieran arder, entre ellas el Cristo del
Zapato. Una buena mujer encontró entre los restos de una de estas fogatas la cabeza, un brazo y un pie de la imagen, que fueron expuestos en una urna hasta que finalmente desaparecieron en julio de 1936, cuando las turbas arrasaron e incendiaron la iglesia.
Imagen del Cristo de Luca, del libro de Blancalana “Historia de la sagrada imagen del Cristo Crucificado que está en la nobilísima ciudad de Luca, cuya copia está en Nuestra Señora de Atocha”, en Madrid, año de 1638.
Saludos
P.D No os asustéis, para el medallero haremos un resumen del comentario