Uauh!!! vaya medalla tan parecida, pero no igual, a otra de 4ª grandezza ( 22 x 18 mm) que la bottega Hamerani vendía en su taller romano allá por el S. XVII. El Niño Jesús era obra de Alberto Hamerani y la Inmaculada, en un modelo de mayor tamaño, también. Está claro que fue copiada siguiendo los gustos de los nuevos comitentes en el S. XVIII .
Me ha sorprendido favorablemente, porque el Niño Jesús, tipología Salvator Mundi acoplado a la Inmaculada Concepción no lo recordaba.
Medalla Col. Starico / Modelo Campionario Museo Franciscano Roma (Gieben 2006)
Anverso : Imagen estante del Niño Jesús sosteniendo una cruz en su mano derecha y un orbe crucífero en la izquierda, tipología Niño Salvator Mundi. Anepigrafa.
Reverso: Inmaculada Concepción, estante con las manos juntas a izq. en actitud orante, cabellos sueltos y coronada con halo de estrellas, descansando sobre creciente lunar con las puntas hacia abajo, en mandorla de rayos cortos y largos (amicta sole). Leyenda B. VIRGO SINE LABE CONCEPTA
Comentarios :
Se trata de una medalla
" inmaculista"-en defensa de la petición de la definición dogmática del Misterio de la Concepción Purísima de María, promovida por los franciscanos, jesuitas, carmelitas, entre otros, llamada también
opinión pía, frente a la "
maculista " de los dominicos-, con una icono de la Virgen inspirado en la Visión de San Juan en Patmos, (Mujer Apocalíptica), que por la disposición de la luna a sus pies, denominamos
pachequiana (según F. Pacheco).
Francisco Pacheco (1564-1644) propuso en su Arte de la Pintura (1), que se pintara a la Purísima Concepción sobre la luna con las puntas hacia abajo : " En la luna especialmente he seguido la docta opinión de el P. Luis del Alcázar, ilustre hijo de Sevilla, cuyas palabras son éstas :
Suelen los pintores poner la luna a los pies desta mujer, hacia arriba; pero es evidente entre los doctos mathemáticos, que si el sol y la luna se carean, ambas puntas de la luna han de verse hacia abaxo, de suerte, que la mujer no estaba sobre el cóncavo, sino sobre el convexo". Lo cual era forzoso para que alumbrara a la mujer que estaba sobre ella, recibiendo la luna la luz del sol. Y plantada en un cuerpo sólido, como se ha dicho, aunque lúcido, había de asentar en la superficie de afuera".
La iconografía de la Inmaculada o Purísima Concepción no se consolidó en el arte, hasta bien entrado el S. XVII. Lo mismo sucedió en las medallas, que iban modificando sus modelos iconográficos hasta llegar a 1854, en que finalmente el papa Pio IX con la bula
Ineffabilis Deus, de 8 de diciembre de 1854, proclamó el Dogma de la Inmaculada Concepción de María.
Saludos cordiales
tesayma
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(1) PACHECO, F.,
Arte de la Pintura. Edición, Introducción y notas de Bonaventura Bassegoda i Hugas. Ed. Cátedra. Madrid, 2009, pp.576-577.