LA MEDALLA DE DEVOCIÓN EN EUROPA ENTRE LOS SIGLOS XVI Y XIX por Fernando Sainz Varona

Medallas macizas y con delimitación geométrica de sus imágenes

Son los cientos de medallas con muy varíada iconografía que abarca el Catálogo incluído en esta obra y a las que hemos definido de tal manera, por lo siguiente:

. Su cuerpo es compacto o sólido (sin huecos o agujeros).
. Las hay con gran variedad de formas: octogonal, ovalada, redonda, romboidal,....

Medallas de ventana

1) Conocidas tambien con el nombre de caladas y hasta de rocieras.

2) Su cuerpo presenta frecuentemente huecos o vanos en la imagen que representan, en los atributos de que están dotadas (coronas, cetros,....) y en la orla que rodea gran parte de la figura a modo de glorificación, en cuya parte central superior, está el asa de sujeción con la que se las ha dotado.

3) El asa con mucha frecuencia es horizontal (sobre todo en los siglos XIX y principios del XX), aun cuando tambien existen de época anterior con asa perpendicular, denominadas de barril por la similitud que la gran anchura de este apéndice de sujeción (formado por tres o cuatro anillas fundidas contiguamente), tiene con el mencionado objeto contenedor.

Ver pag. 50 y med. nº 513.

4) Están fabricadas mayoritariamente en plata (posiblemente se hayan elaborado tambien en cobre y bañado posteriormente en plata); conociendo por nuestra parte, ejemplares en su color natural y tambien sobredoradas en su imagen central o incluso, en su totalidad, lo que incluye la orla exterior.

5) Las hay recortadas que conforman solo el perfil de la figura y tambien dotadas de orla exterior con elementos decorativos incluso, como pueda ser una corona con tres haces de rayos hacia el exterior, de efecto óptico similar a las denominadas potencias en determinadas imágenes de la Semana Santa en Andalucía.

6) Representan con bastante mayor frecuencia imágenes de la Virgen (Inmaculada Concepción, de Begoña en Bilbao, de Guadalupe en Cáceres, de Henar y Nieva en Segovia, del Sagrario en Toledo,....), pero tambien del Sagrado Corazón de Jesús y de algunos santos (San José, San Cristóbal, San Fermín, San Jorge, Santiago de Compostela, ....).

7) Tradicionalmente se han colgado en las collaradas de los trajes de vistas (fiestas y ceremonias nupciales) típicos de La Alberca (Salamanca), la Maragatería con capital en Astorga y Ansó en el Pirineo oscense.

8 ) En los últimos años del siglo XX se popularizó su uso en romerías e incluso, como adorno femenino en la vida cotidiana española, por lo que tal demanda social, provocó que acreditadas Platerías y fabricantes de objetos modernos de devoción en concepto de recuerdo de....; se dedicaran a producir réplicas de tales medallas, basándose en

LA RELACIÓN ANVERSO-REVERSO EN LA MEDALLA

Es un aspecto de las medallas de devoción al que denominamos acoplamiento porque define con precisión, la relación entre la iconografía del anverso y del reverso. Queremos decir con ello que en no pocas medallas, tal acoplamiento no es casual e insignificante, sino totalmente deliberado; existiendo diferentes motivos en los que se fundamente esta conexión entre las figuras representadas en uno y otro lado de la medalla.

1) Una razón familiar se da en los siguientes acoplamientos:

. La Virgen (MATER SALVATORIS) y Jesucristo (SALVATOR MVNDI) en la tradicional imagen de medio busto, por la relación madre-hijo.
. Santa Mónica / San Agustín, por la relación madre-hijo.
. Santa Brígida / Santa Catalina de Suecia, por la relación madre-hija.
. San Benito (fundador) / Santa Escolástica (fundadora) por la relación hermano-hermana

Ver meds. nos. 78, 80, 85, 87, 89, 91, 330 y 363.

2) Dos razones históricas se dan:

a) Cuando existe una relación directa entre la advocación mariana que preside el monasterio o santuario, y la Orden religiosa que lo ocupó o actualmente continua allí ubicada. Es el caso de los siguientes acoplamientos:

. Virgen de Guadalupe / San Jerónimo, aun cuando su Orden lo abandonó con ocasión de la Desamortización, siendo sustituída por la de San Francisco en 1908.
. Virgen de Monserrat (Barcelona) / San Benedicto.
. Virgen de Valvanera (La Rioja) / San Benedicto.

Ver meds. nos. 207, 208, 209, 210, 211, 212, 213, 214, 287, 320, 321, 322 y 323.

b) Cuando el santo fundador de una Orden religiosa, aparece acoplado a diferentes Papas que fueron miembros de la misma, como es el caso de San Benito con respecto a los pontífices Gregorio VII, Eugenio III, Celestino V, Pío VII, Gregorio XVI, etc.

3) Una razón devocional (de admiración, fe, fervor y veneración religiosa) de carácter muy personal, se da hacia la Trinidad, Jesucristo o la Virgen por parte de determinados santos, en los siguientes acoplamientos:

. La Trinidad / San Simón de Roxas (Trinitario).
. Jesucristo crucificado / Santa Bárbara, San Juan de Dios y San Roque.
. Los símbolos de la pasión de Cristo (Arma Christi) / San Francisco Javier (Jesuita).
. Virgen del Carmen / San Elías y Santa Teresa de Jesús.
. Virgen Dolorosa / Santo Domingo de Guzmán.

. Virgen Inmaculada Concepción / San Agustín, San Andrés Avelino, San Antonio de Padua, San Bruno, San Francisco de Asís, San Ignacio de Loyola, San Jerónimo, San Juan Bautista, Santa Lucía y Santa Rita de Casia.
. Virgen Milagrosa / San Luis Gonzaga.
. Virgen del Pilar / Santa Bárbara, Santa Catalina de Alejandría, San Cristóbal, San Juan de Dios y Santiago el Mayor.
. Virgen del Rosario / Santo Domingo de Guzmán que junto a los miembros de su Orden de predicadores, difundió la practica de tal rezo por todo el mundo.
. Virgen de Velen / San Juan de Dios.

Ver meds. nos. 532, 349, 350, 524, 437, 184, 185, 186, 403,.....

4) Una razón de hermandad en el sentido de que pertenecían ambos santos a la misma Orden, aun cuando en algunos casos lo fueran a diferente rama por razón de género (masculina o femenina), se da en bastantes acoplamientos:

. Entre los Benedictinos: San Benito (fundador) / San Bernardo de Claraval (reformador).

. Entre los Carmelitas: San Juan de Cruz (fundador) / Santa Teresa de Jesús (fundadora).

. Entre los Dominicos: Santo Domingo de Guzmán / Santa Rosa de Lima.

. Entre los Franciscanos:

- San Francisco de Asís (fundador) / Santa Clara (fundadora).
- San Francisco de Asís (fundador) / San Antonio de Padua.
- San Diego de Alcalá / San Antonio de Padua.
- San Diego de Alcalá / San Francisco de Asís (fundador).

. Entre los Jesuítas:

- San Ignacio de Loyola (fundador) / San Francisco de Borja, San Francisco Javier, San Juan Francisco de Regis y San Luis Gonzaga.
- San Estanislao de Kostka / San Juan Francisco de Regis y San Luis Gonzaga.
- San Francisco Javier / San Estanislao de Kostka.

. Entre los Trinitarios: San Juan de Mata (cofundador) / San Felix de Valois (cofundador).

Ver meds. nos. 361, 410, 391, 425, 426, 427, 398, 399, 400, 456, 459, 460, 461, 465, 458, 498 y 417.

5) Una razón de patronazgo o protección a modo de tutela de una ciudad, el enclave de un santuario, etc. de ambos sujetos (Jesucristo o la Virgen, y los santos) objeto de devoción en el marco de la Iglesia Católica, se da en los siguientes acoplamientos:

. El Cristo de Sirolo / La Virgen de Loreto.
. La Virgen de la Fuencisla / San Frutos en Segovia.

. San José / La Virgen de los Desamparados en Valencia.

Ver meds. nos. 257, 204 y 188.

6) Una razón de afinidad geográfica, se da en los siguientes acoplamientos:

 . Virgen del Pilar de Zaragoza / Los corporales de Daroca.
 . Virgen Santa María Jesús de Alcalá / Las sagradas formas de Alcalá.

Ver meds. nos. 151, 152, 153 y 154.

7) Una razón de afinidad simbólica, se da en los siguientes acoplamientos:

 . San Benedicto / Cruz de San Benedicto.
 . Santo Tomás de Aquino / Cruz de Santo Tomás de Aquino.
 . San Ulrico / Cruz de San Ulrico.

Ver meds. nos. 364, 365, 366, 367, 368, 369, 375, 541, 542 y 544.

Razones menos sólidas, pero sí basadas en cierta afinidad, se da cuando dos santos:

1) Experimentaron el mismo tipo de martirio.

2) Tenían ambos estirpe real, como es el caso de Santa Catalina de Alejandría y Santa Ursula de Colonia.

3) Fueron patronos de la misma comunidad civil y religiosa, como es el caso de San Jerónimo y San Cristóbal.

LOS DIFERENTES PROCESOS DE FABRICACION DE LAS MEDALLAS

Aun cuando el objetivo substancial de esta obra, es hablar sobre la medalla, no por ello queremos obviar, una referencia a los dos principales métodos que se han empleado a lo largo de la historia para su elaboración:

La Fundición

. La fundición de metales se remonta a los tiempos prehistóricos. El empleo del fuego ayudó al hombre primitivo a descubrir, probablemente por casualidad, el modo de fabricar armas de latón (aleación de cobre y zinc) y bronce (aleación de cobre y estaño).

. El oro que se encontraba bastante puro en rocas y arena, pudo ser el primer metal utilizado. Entre los primeros metales de fundición figuran también la plata, el cobre y las ya citadas aleaciones (latón y bronce).

. Arqueólogos y eruditos fijan el principio de la civilización y la primera fundición en la Edad del Bronce, 3.000 a. de J.C. Los forjadores que ya trabajaban el hierro por el 2.000 a. de J.C., observaron que dicho metal podía fundirse lo mismo que el latón y el cobre.

. La fundición:

- es la acción y el resultado de fundir comúnmente una aleación (mezcla) de hierro y
carbono, del que tiene más del 2%.

- es el proceso de fabricación de piezas generalmente metálicas pero también de plástico, consistente en fundir un material e introducirlo en una cavidad, llamada molde, donde se solidifica.

- Los moldes que se utilizaban ya en el siglo XII para fundir en plomo insignias de
peregrinaje, estaban hechas en piedra (pizarra y esteatita) y más raramente en metal.

. Los primeros fundidores descubrieron que, si hacían el molde en dos partes, podían fundir piezas cuyo anverso y reverso tuvieran la forma deseada. Los moldes dobles se utilizan actualmente en todo el mundo.

. El proceso tradicional es la fundición en arena, por ser ésta un material refractario muy abundante en la naturaleza y que, mezclada con arcilla, adquiere cohesión y moldeabilidad sin perder la permeabilidad que posibilita evacuar los gases del molde al tiempo que se vierte el metal fundido

. Etapas del proceso de fundición:

a) Diseño del modelo.

b) Fabricación del modelo.

. Diferentes técnicas o variantes de fundición:

a) Fundición en molde de arena.
b) Fundición en coquilla: En este caso, el molde es metálico.
c) Fundición a baja presión.
d) Fundición centrifugada.
e) Fundición por inyección.
f) Fundición en molde de yeso.
g) Fundición a la cera perdida: Este tipo de fundición ha sido empleado durante siglos por escultores, joyeros y orfebres (el famoso Cellini destacó entre los italianos, como hábil artesano y modelista, desarrollando un alto grado de perfección con esta técnica). Los protésicos dentales lo emplean también para la fundición de sus moldes.
h) Fundición en cáscara.
i) Fundición con solidificación contínua.

. Remitimos al lector interesado en conocer con más detalle este proceso, a la Nueva Enciclopedia del Mundo citada en el apartado Bibliografía, o a cualquiere manual sobre Metalurgia.

. La fundición se ha utilizado como procedimiento para la fabricación de medallas de devoción desde los siglos IV a XVI, compartiendo espacio con la acuñación a partir de tal época y hasta, el presente siglo XXI.

La Acuñación

. Cuando los medios mecánicos empiezan a ser utilizados para la fabricación de productos industriales, una de sus más importantes fabricaciones se da en la mejora de la acuñación de monedas y también, de medallas.

. A lo largo de todo el siglo XVI, los artistas italianos Bramante y Benvenuto Cellini acuñaron medallas y monedas, mediante una prensa de volante. El investigador (y artista), también italiano Leonardo da Vinci, ideó un molino de acuñación. Varias prensas de volante fueron instaladas en la Casa de la Moneda de París. La ciudad alemana de Ausburgo tenía una de las cecas mecanizadas más avanzadas del mundo en aquella centuria.

. La acuñación:

- es la operación que consiste en imprimir una pieza de metal por medio de un cuño o troquel.

- es el proceso destinado a convertir en monedas o medallas, el oro, la plata, el cobre y otros metales.

. Etapas del proceso de acuñación:

a) Ensaye.

b) Refinado.

c) Amonedación.

. Diferentes técnicas o variantes de acuñación:

a) Acuñación a martillo.
b) Acuñación por moldeo.
c) Acuñación por molino.
d) Acuñación por prensa de volante.

. Opinamos hasta donde conocemos que la acuñación se ha utilizado como procedimiento para la fabricación de medallas de devoción, con mayor frecuencia en los siglos XVI, XVII, XIX y XX, empleándose en menor media durante el siglo XVIII.

Los lugares donde se fabricaron (batieron es tambien una palabra de frecuente uso) medallas de devoción de los que tenemos noticia fehaciente, son:

. ROMA.
. LORETO.
. PADUA.
. SICILIA.
. MADRID.
. SEGOVIA.
. CÓRDOBA

. SEVILLA.
. ZARAGOZA.
. REAL MONASTERIO DE SANTA MARÍA DE GUADALUPE (Caceres).
. SANTIAGO DE COMPOSTELA (La Coruña).
. SANTUARIO DE SAN ANDRÉS DE TEIXIDO (La Coruña).
. SANTUARIO DE SANTA MARÍA DE MONSERRAT (Barcelona).
. SANTUARIO DE NTRA. SRA. DE LA PEÑA DE FRANCIA (Salamanca).
. SANTUARIO DE SANTA MARÍA DE NIEVA (Segovia).

LA EVOLUCIÓN DE LA MEDALLA A TRAVÉS DEL TIEMPO (SS. XV A XX)

Contemplada globalmente, la evolución de la Medalla de Devoción a lo largo de un período de tiempo tan dilatado:

1) Nos informa sobre:

. Las características físicas o externas (módulo o tamaño, forma, espesor, metal, asa, etc.) que la misma ha tenido a través de los siglos.

. Las iconografías, escenas, objetos, símbolos, leyendas e inscripciones representadas en la misma.

. La época más o menos concreta de su fabricación.

. El desarrollo religioso de la Sociedad, a través de canales menos oficiales (más informales) que aquellos correspondientes a la tradición histórica.

2) Nos permite concluir que:

. Así como las imágenes de Jesucristo Redentor y la Virgen están presentes con una frecuencia constante a través de las diferentes épocas, las de los Santos propuestas a la veneración de los fieles, varían según los períodos históricos.

. El diseño de la iconografía individual y de las escenas representadas en las medallas de devoción a lo largo de cinco siglos, se inspiró y realizó a partir de:

* Pinturas.
* Vidrieras del siglo XIII.
* Pendones o estandartes de antiguas Cofradías.
* Textos como los evangelios apócrifos escritos en el siglo XIII.
* Libros de horas.
* Manuscritos del siglo XIV.

. Las medallas más antiguas (siglos XVII y XVIII) tienen mayor espesor, un relieve más pronunciado y están elaboradas casi siempre en cobre, en latón o en bronce; en contraposición con las más modernas (siglos XIX y XX) que se caracterizan por su mayor ligereza (finura) y el uso en ocasiones, de materiales como el cobre esmaltado, el metal blanco y el aluminio, e incluso de mayor valor, como la plata y la plata sobredorada.

Si consideramos la evolución de las medallas de forma más puntual (por centurias), advertimos las siguientes características:

En los siglos XIV y XV (épocas tardogóticay renacentista):

1) Estaban elaboradas en plomo o estaño.

2) Iban provistas de cuatro agujeros o de un asa y tres piolinos, para ser cosidos sobre las capas cortas (esclavinas) o los sombreros de los peregrinos.

3) Se denominaban cuadrángulos frecuentemente.

Ver pags. 16, 17, 18, 19 y 20.

En los siglos XV y XVI (época renacentista):

1) Tenían una hechura artesanal (eran bastante rústicas en sus imágenes e imprecisas en las formas).

2) Normalmente estaban fundidas en cobre, bronce, latón y plomo.

Ver meds. nos. 69, 124, 237, 285 y 556.

3) En el siglo XV eran escasas en su número a juzgar por los escasos restos de las mismas hallados. Sin embargo en el siglo XVI se asiste a un verdadero florecimiento de las medallas de devoción, debido sobre todo a la iniciativa de las ordenes religiosas.

En el siglo XVII (época renacentista):

1) Eran el producto de una artesanado anónimo, pues mayoritariamente no se conocen los nombres de sus autores. Su calidad era bastante desigual (no se daba una homogeneidad en lo relativo a su finura, esmero en su elaboración, grado de relieve de la imágenes y elegancia). Si se intuye y hasta se deduce un poco, la ingenuidad estética y el amor (empeño, interés, etc.) puesto por el artesano en su propio trabajo.

2) Los metales más usados eran el bronce y el latón que en ocasiones aparecían dorados.

3) Tenían forma generalmente ovalada y redonda, mostrandose la octogonal u ochavada con mucho menor frecuencia.

4) La forma ovalada presentaba un perfil más alargado y en consecuencia con menor anchura que en el siglo XVIII.

5) Tenían un tamaño más grande y un espesor mayor que en los siglos XIV a XVI y XIX a XX.

6) Casi nunca están firmadas.

7) Su suspensión del cuello o de un rosario colgado en el cinturón, sustituyó a la anterior sujeción mediante cosido a la ropa; por lo que a lo largo de la segunda mitad de la centuria, desaparecen los piolinos.

8 ) Superan la etapa anterior (siglos XV y XVI) como símbolo de una piedad religiosa estrictamente privada y local, pasando a ser planificadas por la Ceca oficial de la Iglesia con sede en Roma, en sus parámetros de:

 - Forma: redonda, ovalada y octogonal.
 - Contenido: consecuente con las directrices de culto sancionadas por el Magisterio eclesiástico.

9) Adquieren una notable popularidad las medallas relacionadas con la Virgen de Loreto.

Ver meds. nos. 2, 8, 13, 16, 19, 27, 28, 30, 43, 51, 53, 56, 57, 71, 77, 78, 79, 81, 97, 99, 156, 163, 178, 181, 182, 199, 200, 201,.....

10) Son muy escasas las relativas a cofradías o confraternidades.

En el siglo XVIII (época barroca):

1) El asa es perpendicular salvo excepción, careciendo de lengüeta a modo de base de la misma y unión con el cuerpo de la medalla.

2) Los materiales más empleados en su fabricación son el bronce, el cobre y el latón.

3) Las formas más comunes son la ovalada y la redonda, mostrandose la octogonal con bastante menor frecuencia y terminando por desaparecer durante el segundo tercio del siglo.

4) Tenían un tamaño más grande y un espesor mayor que en los siglos XIV a XVI y XIX a XX.

5) Se incorporan al reborde durante su elaboración, composiciones tales como volutas, zig-zags y cintas ondulantes (en calidad de elementos decorativos) y con menor frecuencia:

  . Piolinos decorados con cabezas de querubines, etc.
  . Asas flanquedas por espirales de clara influencia barroca.

6) El espesor aumenta, el relieve crece y el asa se sofistica, particularmente en aquellas medallas fundidas o acuñadas con ocasión de los Años Santos.

7) Casi nunca están firmadas.

8 ) La escena de la crucifixión en el calvario o del Gólgota, se hace más habitual.

9) La medalla mariana se difunde mucho, especialmente la que representa a la Virgen Dolorosa.

10) Son bastante escasas las relativas a cofradías o confraternidades.

11) Se experimenta una gran emisión de medallas con múltiples representaciones y formas. Fenómeno propiciado por las siguientes circuntancias:

- La Iglesia atravesó un período de distensión tras la parálisis del Concilio de Trento, decretando desde su Magisterio, diversas directrices de culto.

- La aportación por la Iglesia de nuevas imágenes y escenas de devoción, propició un desarrollo de la iconografía y la temática devocional en general; evolucionando y multiplicándose las representaciones en esta etapa, con el consiguiente progreso técnico y artístico.

- La citada evolución del panorama iconográfico determinó:

* El incremento del valor artístico de las medallas en la primera mitad del siglo XVIII.
* El uso de diferentes lenguas (latín, italiano, español, alemán, etc.) en las leyendas.

- Las Ordenes religiosas se consolidaron y expandieron:

* Glorificando a sus respectivos santos.
* Manteniendo su apostolado social y misionero.

- La Iglesia celebró solemnes ceremonias de amplia aceptación popular, como la coronación de las imágenes de los santuarios.

En Sicilia durante la primera mitad del siglo XVIII, fueron frecuentemente acuñadas medallas de devoción en las que aparecían representados los símbolos de la pasión de Cristo, en respuesta ello al espíritu y la mentalidad de que el hombre necesita sufrir en este mundo para expiar sus pecados, garantizando su salvación, accediendo al Paraíso y soslayando el infierno.

La expansión de la Ceca de Roma en detrimento de la de Sicilia en la segunda mitad del siglo XVIII, atenuará la mencionada efigie de dolor , representándose:

. Para los niños, las medallas de poco peso y con la imagen de un ángel o de un santo, preferiblemente en forma de corazón.

. Para los jovencitas, la efigie de la Inmaculada o de una santa doncella (Santa Agueda, etc.).

. Para el viajero, la imagen de San Cristóbal.

En el siglo XIX (épocas neo-clásica y moderna):

1) Las medallas pasan a tener un tamaño más pequeño.

2) La mayoría de las medallas fueron acuñadas en cobre, bronce y latón, sobredorado alguna vez.

3) La gran mayoría de las medallas tienen el asa horizontal, si bien excepcionalmente y como nota distintiva de mediados de esta centuria, cabe referirnos al asa “horizontal retorcida o falsa perpendicular” que encontramos exclusivamente en Francia hasta donde nosotros conocemos. Se trata de medallas acuñadas con asa horizontal, pero a las que mediante una torsión practicada en caliente al final de su proceso de fabricación, se las gira dándolas un sentido perpendicular con el siguiente doble objetivo:

  - Adaptarlas a su función tradicional de ser colgadas directamente con una cadenita al cuello, prescindiendo del elemento auxiliar que es la anilla.

  - Embellecer su hechura.

   Este tipo de asa fue utilizado con alguna frecuencia en medallas que representaban las imágenes de los Sagrados Corazones de Jesús y de María, dentro de un marco cuadrilobulado y en bajo relieve.

Ver meds. nos. 159, 160 y 161.

4) Se elaboran más delgadas, con grabados más finos pero menos bellos (con un relieve mínimo de las imágenes representadas), experimentandose una regresión en el gusto, en la elegancia y en el refinamiento propios del siglo XVIII.

5) Se genera una fabricación presidida por el convencionalismo de las imágenes, en el estilo y hasta en la hechura.

6) El aligeramiento de peso trató de compensarse con formas algo fantasiosas: polilobuladas, en almendra (mandorla), caladas o de ventana, etc.; así como con bordes de tipo lineal o vegetal, siendo fabricadas excepcionalmente con dos tipos de metal de colores contrastados (plata en su color y plata sobredorada).

7) La banalidad de muchas decoraciones se reduce a adornos geometricamente repetitivos (molduras con elementos redondeados o angulares), carentes de la imaginación y de la elegancia propias del siglo anterior. Sólo excepcionalmente, algunas medallas destacan por:

  - La belleza de sus imágenes.
  - La pureza de las formas.
  - El preciosismo de los ornamentos (hábitos, nimbos, orlas, etc.) y los muebles (cortinajes, tronos, etc.).
  - El eventual uso de asas perpendiculares pero esféricas.

8 ) Aun cuando se universaliza el uso y la difusión de las medallas como objeto de devoción, su emisión fue discontínua y hasta reducida, debido a las siguientes circunstancias:

  - Los cambios políticos de finales del siglo XVIII y los inicios del siglo XIX.

- La filosofía racionalista que se introdujo en Europa.

- La Revolución francesa.

9) Se amplia la temática siguiendo los ritos y las ceremonias desarrolladas en la nueva comunidad religiosa.

10) Se multiplica el número de personas e Instituciones interesadas en su difusión.

11) Se experimenta una transformación radical en las medallas porque cierran las pocas Cecas de tipo artesanal que quedaban, dado que la jerarquía eclesiástica de Roma, se reserva para sí tal actividad. Las imágenes alegóricas o en éxtasis de los santos pasan a convertirse en verdaderos retratos.

12) Aparece un nuevo esquema iconográfico consistente en presentar a varios santos en el campo del anverso de la medalla, dentro de medallones que forman un círculo o un óvalo.

13) Las tradicionales representaciones de escenas de la vida de Jesucristo, de la Virgen, de los Santos y de los Ángeles, son sustituídas por:

- Vistas de santuarios.
- Proclamaciones de dogmas.
- Conmemoraciones de ceremonias religiosas, tales como consagraciones de basílicas y traslados de reliquias.
- Canonizaciones aúreas de la Virgen.
- Canonizaciones de Santos.
- Retratos de pontífices.
- Monogramas de Jesús y de María.

Algunas de tales medallas de carácter evidentemente más histórico-social que devocional, no tienen asa, son redondas, su tamaño o módulo es grande, se elaboran en plata y en bronce sobredorado, estan fechadas y poseen un notable valor artístico, pues están realizadas por acreditados grabadores.

14) Se da una gran difusión de medallas devocionales con el busto de Pío IX que aportan como novedad respecto a épocas anteriores, la imagen del pontífice acoplada a la representación de Jesucristo, la Virgen, los apóstoles Pedro y Pablo, un Santo o el monograma mariano MA circundado por el nombre de una asociación religiosa (Hijas de María,....).

Ver meds. nos. 34, 35 y 36.

15) La devoción mariana vive uno de sus momentos más exultantes, como consecuencia de las extraordinarias apariciones (Virgen de Fátima, Virgen de Lourdes, etc.) y de la proclamación del dogma de la Inmaculada Concepción.

Ver meds. nos. 241, 244, 272 y 273.

16) Empiezan a estar más presentes las relativas a cofradías o confraternidades.

En el siglo XX:

1) Durante la primera mitad se da un gran incremento, tanto en lo relativo a la cantidad de medallas como a las fuentes de emisión de las mismas.

2) Se asiste a una utilización masiva del aluminio durante el primer tercio del siglo.

3) Tienen una baja calidad en su gran mayoría, pues el interés por su uso y difusión ha dejado en gran parte de ser devocional, para derivar en casi exclusivamente comercial.

4) Una gran cantidad de las medallas que se acuñan guarda relación con el importante número de cofradías de devoción y penitenciales de la Samana Santa que en esta centuria se constituyen.

LA DIFUSIÓN DE LA MEDALLA EN EL ESPACIO GEOGRÁFICO-TEMPORAL

Las primeras medallas devocionales que se difundieron entre los fieles por el mundo mediterráneo en los siglos XV y XVI, representan de forma bastante inequívoca, imágenes y ritos religiosos tradicionales, Santos auxiliares, símbolos taumatúrgicos y penitenciales, etc. Tales imágenes estuvieron frecuentemente acompañadas de leyendas y simbologías que motivaron las emisión de las medallas: peligros, incendios, epidemias, dones votivos a los santos patronos, etc., o de jaculatorias, muchas veces reducidas a las letras iniciales.

Las imágenes y escenas representadas en la medalla devocional cristiana, contribuyeron mediante su difusión, al desarrollo teológico, litúrgico e iconográfico de las diversas directrices religiosas en el seno del mundo cristiano.

La difusión de las medallas se establece en base a ciertos criterios y con ocasión de los siguientes acontecimientos:

1) El desarrollo doctrinal de las verdades de la fe, relativas al culto a Jesucristo (Hombre-Dios), la Trinidad, las Ánimas del purgatorio y la Virgen, realizado a través de los decretos conciliares.

2) Las canonizaciones de los nuevos santos realizadas con carácter individual o colectivo.

Ver meds. nos. 28, 96, 134, 156, 267, 386, 473, 548 y 549.

3) Las coronaciones de las imágenes marianas de los santuarios.

4) Las ceremonias jubilares y las indulgencias que los fieles obtenían por su participación en las mismas.

Quién (los promotores)

. La jerarquía de la Iglesia (papas, cardenales, arzobispos, obispos, visitadores, párrocos, etc.).

. Las personas que detentaban la autoridad y la administración de los bienes de la ordenes y congregaciones religiosas, los monasterios, los santuarios, etc. (abades, priores, vicarios, provisores, ecónomos, etc.), a partir del siglo XVI.

. Las personas que ejercían la autoridad y la administración de los bienes de las Confraternidades o cofradías de devoción, gremiales, de ayuda o socorro mutuo, penitenciales, etc. (abad, prior, hermano mayor, consiliario, tesorero, mayordomo, etc.).

Porqué (los motivos)

La difusión de la medalla de devoción por los diferentes países (incluso los cinco continentes), ha tenido entre otros, los siguientes motivos:

1) El primitivo deseo del hombre de llevar sobre su persona, un símbolo representativo de su propia fe religiosa que ha estado presente en todas las épocas y en todas las civilizaciones.

2) La promoción de una devoción hacia la Virgen de carácter general (Inmaculada Concepción, Virgen del Carmen, Virgen Dolorosa, Virgen del Rosario, etc.) o más local (Virgen de Aránzazu en Guipúzcoa, Virgen de Begoña en Bilbao, Virgen Bien Aparecida en Cantabria, Virgen de Covadonga en Asturias, Virgen de los Desamparados en Valencia, Virgen de Guadalupe en Cáceres, Virgen de Monserrat en Barcelona, Virgen del Pilar en Zaragoza, Virgen de la Victoria en Málaga, etc.). Tambien ha sido la medalla un instrumento de difusión de la devoción hacia Jesucristo y numerosos santos.

La contrarreforma de la Iglesia y la reforma de las Ordenes religiosas provocaron una emisión vastísima de medallas de devoción, dedicadas en el segundo caso a exaltar la figura del santo fundador. Motivo por el que en el anverso se representará a San Benito, San Bruno, San Francisco de Asís, San Ignacio de Loyola, etc. y en el reverso: escenas, objetos e imágenes de sus más íntimos colaboradores (incluso co-fundadores o reformadores), dada la relación estrecha con la vida y obra del protagonista principal. Tambien es cierto que las ordenes benedictina y jesuíta, tuvieron mucho más empeño que otras (dominicos, franciscanos, etc.) en divulgar las medallas dedicadas a sus santos.

3) Aprovechar la difusión de un dogma, un pronunciamiento, una directriz, una devoción hacia determinada imagen (Jesucristo, la Virgen, los Santos,....) o por un lugar concreto, etc.; para dejar testimonio de la autoridad de la cabeza de la Iglesia (el pontífice del momento con sede en Roma), o de la jerarquía moral de la Iglesia a un nivel menos universal, pero sí con influencia sobre un ámbito geográfico (nación, región, diócesis, comarca, arciprestazgo, parroquia, etc.).

La Iglesia se ha visto obligada a representar imágenes concretas en las medallas devocionales por su mayor facilidad de captación por parte del pueblo llano, de los

mensajes de fe que recibía; comprobando la dificultad por el contrario, de comprensión e introyección de aquellas enseñanzas recibidas, mediante símbolos y representaciones de personas divinas o sobrenaturales (Trinidad, Dios-Padre, Ánimas del purgatorio, etc.).

Los ángeles aun siendo tambien seres sobrenaturales, tuvieron un impacto iconográfico en el pueblo menos difícil, debido a su semblanza humana y al hecho de que fueran un punto de referencia intermedio entre el reino de Dios y la piedad popular.

Se puede afirmar que la Iglesia, en el clima espíritual de la Contrarreforma, caracterizado por la renovación de muchos aspectos de culto:

. Puso su atención en el antiguo uso de los símbolos devocionales.

. Propició su relanzamiento mediante una emisión periódica de medallas de temática bien precisa, cuidando la puntualización y el desarrollo de las diversas directrices de culto.

La Iglesia:

. Estaba empeñada en difundir por todos los medios, las nuevas directrices teológicas y litúrgicas que su magisterio había desarrollado en el clima de la Contrarreforma.

. Se sirvió de las medallas para divulgar las nuevas imágenes devocionales entre la comunidad cristiana.

. Mediante la aportación de nuevas imágenes y escenas de devoción, propició un desarrollo de la iconografía y la temática devocional en general, evolucionando y multiplicandose las representaciones durante todo el siglo XVIII con el consiguiente progreso técnico y artístico. La citada evolución del panorama iconográfico determinó:

a) El incremento del valor artístico de las medallas en la primera mitad del siglo.
b) El uso de diferentes lenguas (alemán, español, italiano, latín, etc.) en las leyendas.

Las medallas devocionales han informado sobre los sucesivos desarrollos del culto (camino puntualizado por el magisterio eclesiástico) que tuvieron lugar desde el siglo XVII hasta el XX.

Las imágenes y escenas representadas en la medalla devocional cristiana, contribuyeron mediante su difusión, al desarrollo teológico, litúrgico e iconográfico de las diversas directrices religiosas en el seno del mundo cristiano.

Es sabido como la Ceca oficial de los Estados Pontificios además de ejecutar la fabricación de las medallas, previamente planificaba su elaboración en cuanto a cantidad, asas, módulos (tamaños), formas, materiales, imágenes a representar, etc.; teniendo como objetivo todo ello, la más eficaz difusión de las directrices de culto dictadas por la jerarquía de la Iglesia en cada época y momento.

Tal injerencia de la autoridad eclesiástica en la difusión de las medallas devocionales durante los siglos XVII y XVIII, sin estar absolutamente confirmada por datos históricos, se deduce de dos hechos más:

. La inscripción ROMA en el ex-ergo del anverso y/o reverso que muestran muchos ejemplares.

. Las temas representados en las medallas, donde se percibe siempre una firme disposición a celebrar las recientes proclamaciones de la Iglesia.

La emisión de las medallas devocionales acuñadas con ocasión de los años jubilares, estuvo bajo directa jurisdicción de la autoridad eclesiástica de Roma que imponía una temática devocional. Un eventual exámen de todas las medallas jubilares del siglo XVII, revela un inconfundible cuadro que contiene las directrices devocionales, sancionadas por el magisterio eclesiástico.

4) El beneficio económico que a la Iglesia han reportado a lo largo de la historia, las actividades de culto con una afluencia multitudinaria (peregrinaciones; canonizaciones; beatificaciones; elecciones de nuevos papas; celebraciones de aniversarios, años jubilares, años marianos y asambleas diocesanas; consagraciones de edificios, altares e imágenes; traslados de reliquias; romerías; procesiones; etc.), es una realidad incontestable.

Tales eventos además de generar a los fieles y devotos, gastos de desplazamiento, alojamiento, manutención, obsequio de donativos y limosnas en forma de dinero; han propiciado la adquisición de pequeños objetos de devoción (libros, estampas, crucifijos, rosarios, aguabenditeras, pequeñas imágenes, etc.) y de recuerdo (postales, llaveros, dedales, etc.), entre los que tradicionalmente han brillado con luz propia, las medallas.

Tambien es sabido que las tiendas de recuerdos de las basílicas, santuarios, monasterios, ermitas, etc., han sido durante la segunda mitad del siglo XIX, todo el siglo XX y en estos inicios de presente XXI; un pilar económico muy importante en el sustento de estos centros de fe y espiritualidad.

Los autores Jacques Touissaint y Patrick Lassence nos informan de que con los certificados y/o autorizaciones para la venta de objetos de devoción relativos a la imagen de San Humberto que estaban obligados a poseer y llevar consigo los buhoneros, se pretendía:

. Regular la actividad comercial de tales vendedores ambulantes.

. Proteger de fraudes a los posibles clientes de tales vendedores, quienes podían llegar (e incluso lo hacían) a falsificar sus acreditaciones y atribuir la condición sagrada a sus productos, por una supuesta bendición por miembros del clero, lo que en ocasiones no era cierto.

Como ampliación de este dato, pero restringido al ámbito de nuestro país (el anterior control sobre la actividad comercial referido, se desarrolló en la Bélgica walona o francófona), puede el lector interesado, consultar las obras de Concepción Alarcón y

Julián Hontanilla, en las que ambos exponen con detalle, la regulación y control que las autoridades de renombrados Monasterios (Ej.: Guadalupe) y santuarios españoles; ejercían hace ya varios siglos; tanto sobre la actividad de fabricación artesanal como comercial de medallas, cintas, estampas, grabados, etc. desarrollada por miembros de su Comunidad y por personas ajenas a la misma que abonaban un canon o tasa, por su participación y/o presencia interesada en el lugar.

Otro motivo por el que la Iglesia obligó a sus clérigos responsables del culto a nivel local, a vigilar la manufactura y venta de medallas, fue su deseo de excluir cosas ajenas a la fe (representaciones, invocaciones, etc.), o conducentes a practicas supersticiosas, debido al posible uso mágico o de amuleto que a las mismas podía darse.

Por dónde (los lugares)

Focos de atracción en los viajes de los peregrinos de los siglos V y VI , originados por la piedad hacia la madre del Señor, son:

. La casa de Santa Ana en Jerusalén donde la Virgen había nacido.
. La casa de Nazareth.
. La fuente de la que María se había servido para sacar agua.

Lugares consagrados a la Virgen comienzan a surgir de un modo históricamente cierto a partir de los siglos IX y X.

Hasta donde conocemos documentalmente o tenemos noticia, la medalla devocional ha estado presente en el amplio arco de tiempo por nosotros estudiado (siglos XVI a XIX) , en ciudades y pueblos de los siguientes países:

. De Europa:

En Austria: Viena.
En Francia: París, Lyon, Marsella,....
A pesar de que en el siglo XIX la devoción al Sagrado Corazón fue observada en toda la Iglesia católica, era Francia la que proveía los más fervientes partidarios de este culto.
En Hungría: Budapest.
En la actual Italia: Roma, Bolonia, Brescia, Florencia, Genova, Milán, Nápoles, Pisa, Sicilia, Turín, Venecia,....
En Portugal: Lisboa, Coimbra, Oporto,....
En la República Checa: Praga.
En Suecia: Estocolmo, Upsala,....
En España: Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla, Zaragoza, Málaga, Valladolid, Granada, Burgos, Salamanca, Segovia, Santiago de Compostela, Astorga, Guadalupe,....

. De Asia:

En China.
En India.
En el antiguo pueblo de Judea y actual estado de Israel: Jerusalén.

. De America del Sur:

Méjico.
Chile.

TABLA DE FRECUENCIAS (ABUNDANCIA / ESCASEZ) DE LAS ICONOGRAFÍAS

Exponemos a continuación en el mismo orden en que aparecen en el Catálogo, la frecuencia (persistencia o rareza) con que aparecen o se consigue localizar, las diferentes iconografías representadas en las medallas de devoción, subdividiendola en cuatro categorías:

Iconografías muy frecuentes

San Miguel arcángel con la espada y la balanza, aplastando al demonio.
San Pedro apóstol: 64 ó 67 d. C. (busto).
San Pedro y San Pablo (bustos acolados o frente a frente).
San Pablo apóstol: 5/15 a. de C. – 67 d. de C. (busto).
Pío IX: 1846-1878 (busto).
San José con el Niño Jesús en brazos.
SALVATOR MVNDI (busto girado a la derecha o a la izquierda de Jesucristo).
Jesucristo y la Virgen (bustos acolados o frente a frente).
Jesús cautivo o Jesús de Medinaceli (IESVS NAZAR).
Sto. Cristo de Sirolo.
MATER SALVATORIS (busto de la Virgen).
Virgen de Guadalupe de España.
Virgen Inmaculada Concepción.
Virgen de Loreto (con dalmática).
Virgen de la Medalla Milagrosa.
Virgen de Monserrat patrona de Cataluña.
Virgen del Pilar.
Virgen del Rosario.
San Antonio de Padua.
Santa Bárbara.
San Benedicto.
San Cristóbal.
Santo Domingo de Guzmán (Burgos – España) o de Soriano - Italia.
San Francisco de Asís (arrodillado y recibiendo los estigmas).
San Francisco Javier.
San Ignacio de Loyola.
San Jerónimo.
San Juan de Dios.
San Juan Francisco Regis.
San Juan Nepomucemo.
Beato Simón de Roxas.

Iconografías frecuentes

Trinidad: Dios-Padre y Jesucristo con la mano sobre el globo terráqueo y presididos
por la paloma del Espíritu Santo.
San Joaquín y Santa Ana con la Virgen-niña.
Santa Ana enseñando a leer a la Virgen-niña.
Crucifixión de Jesucristo (acompañado por la Virgen y San Juan, y a veces con María Magdalena arrodillada a sus pies).
Jesucristo con un brazo desclavado de la cruz.
Cáliz flanqueado por ángeles en adoración.
Custodia flanqueada por querubines o putis.
Virgen de la Angustias de Granada (representación de una Piedad).
Virgen del Carmen.
Virgen Dolorosa en actitud de Piedad.
Virgen Dolorosa con un puñal o siete espadas clavadas en el corazón.
Virgen de Gracia en Granada.
Virgen de Loreto sobre el tejado de su Santuario.
Virgen del Risco (representación de una Piedad).
Virgen del Sagrario de Toledo.
Virgen de Velen o Belén.
San Andrés Avelino.
San Benedicto (su cruz).
San Diego de Alcalá.
San Estanislao de Kostka.
San Felipe de Neri.
San Felix de Valois.
San Fidel.
San Francisco de Asís con un crucifijo en las manos.
San Francisco de Borja.
San Francisco de Paula.
San José A. León. Cap. E. Mi. Ap.
San Juan Bautista.
San Luis Gonzaga.
San Nicolás de Bari.
San Rafael arcángel.
Santa Rosa de Lima.
Santa Teresa de Jesús.
San Venancio.
Perspectiva de la Catedral de Burgos.

Iconografías poco frecuentes

Trinidad: Jesucristo abrazado a la cruz y Dios-Padre con el brazo levantado, flanqueando al globo terráqueo y presididos por la paloma del Espíritu Santo.
Seis arcángeles flanqueando a San Miguel y presididos por el Cordero pascual.
San Gabriel arcángel.
Las ánimas del purgatorio sobrevoladas por un ángel que extiende su mano hacia una de ellas.
Las ánimas del purgatorio sobrevoladas por un ángel que extiende su mano hacia una de ellas y tiene encima a un ángel que está tumbado y señala con el dedo.

Las ánimas del purgatorio presididas por el cáliz y la sagrada forma entre nubes.
Pío V: 1566-1572 (busto).
Puerta Santa.
Obispos, clérigos y fieles ante la Puerta Santa.
Grupo de peregrinos arrodillados ante la Puerta Santa.
Un peregrino arrodillado ante la Puerta Santa.
Grupo de peregrinos atravesando la Puerta Santa.
Sagrada Familia (San Joaquín, Santa Ana, San José, la Virgen y el Niño Jesús).
San Joaquín, San José y Santa Ana.
San Joaquín y San José con el Niño Jesús.
Santa Ana y San Joaquín.
San José y San Joaquín.
San José y la Virgen con el Niño Jesús.
Niño Jesús en el pesebre.
Niño Jesús con corona y sobre nubes: LACRIMAT MESSANAE.
La adoración de los Reyes Magos al Niño Jesús.
Jesucristo y la Virgen (bustos acolados).
Jesús con la cruz a cuestas y semiarrodillado ante la Verónica que sostiene un sudario en sus manos.
Crucifixión de Jesucristo (solo).
Jesucristo crucificado, flanqueado por la Virgen y un grupo de Jesuitas.
Los corporales de Daroca.
Ampolla-relicario con la sangre licuada de Cristo.
Corazón de Jesucristo (S. CHOR IESVS).
Corazón de María (S. CHOR MARIAE).
Corazones de Jesús y de María.
Corazones de Jesús y de María rematados por una cruz.
Monograma IHS.
Monograma IHS sobre los tres clavos de la pasión de Cristo y rematado por Jesucristo crucificado.
Monograma MA.
Monograma M de María rematado por una cruz y sobre los corazones de Jesús y de María.
Virgen S. M. Asevsedis Xativen.
Virgen Auxiliadora de los Santos.
Virgen del Ave María.
Virgen Santa María de Bon Aria.
Virgen del Buen Consejo en Genezzano.
Virgen Ntra. Sra. de la Cabeza.
Virgen Sagrado Corazón de María.
Virgen de los Desamparados de Valencia.
Virgen Dolorosa (abrazada a Jesucristo inerte).
Virgen Ntra. Sra. de Gracia.
Virgen de Guadalupe de Mexico.
Virgen de Loreto flanqueada por dos ángeles.
Virgen de Loreto flanqueda por dos faroles.
Virgen de Loreto sentada sobre su santuario que es transportado por ángeles.
Virgen de Loreto y Cristo de Sirolo.
Virgen de Lourdes (imagen).

Virgen de Lourdes (gruta y santuario).
Virgen de la Luz.
Virgen Santa María la Mayor.
Virgen de la Merced.
Virgen del Milagro.
Virgen de Nieva.
Virgen Pastora de S. Gil.
Virgen de la Piedad.
Virgen B.V.M (aría). Scholar (vm). Piar. S (an). Pant (aleón).
Virgen de la Soledad.
San Agustín.
Beata María Anna. A. Iesv. Ord. Excal. B.M.V.D. Merce.
Santa Agueda.
San Anastasio.
San Antonio abad (San Antón ermitaño).
San Bartolomé.
San Bernardo de Claraval abrazado a algunos símbolos de la pasión de Cristo.
San Blas.
Santa Brígida.
San Carlos Borromeo.
Santa Catalina de Alejandría.
Santa Catalina de Génova (Flisca Advrna Ianven).
Santa Catalina de Génova a la que se la aparece Jesucristo con la cruz a cuestas.
Santa Catalina de Suecia, hija de Santa Brígida.
San Cayetano de Tiene.
San Cayetano de Tiene y San Felipe Benicio.
Santa Clara.
Santa Escolástica.
San Francisco de Asís sobre un túmulo y dentro de una hornacina.
Santa Gertrudis.
San Gregorio.
San Isidro Labrador.
Grupo de tres santos mártires jesuítas de Japón.
San Juan de Mata.
San Lorenzo.
Santa María Magdalena.
Santa Mónica.
San Nicolás de Tolentino.
San Pascual Bailón.
San Pedro Nolasco.
Santa Quiteria.
Santa Rita de Casia.
Santo Tomás de Aquino.
Santo Tomás de Villanueva.
San Vicente Ferrer.
Grupo de jesuitas situados bajo el emblema de su Orden.

Iconografías muy poco frecuentes

Trinidad: Dios-Padre, la paloma del Espíritu Santo, y un haz de llamas.
Trinidad: Jesucristo crucificado y la paloma del Espíritu Santo delante de Dios-Padre.
Trinidad: tres personas con nimbo triangular.
Trinidad: coronación de la Virgen por Dios-Padre y Jesucristo, presididos por la paloma del Espíritu Santo.
La paloma del Espíritu Santo orlada por rayos y nubes.
Coro de ángeles flanqueando al Cristo-Majestad y a un facistol.
Ángeles levantando un cáliz presididos por la paloma del Espíritu Santo.
Ángel levantando con sus manos el monograma IHS.
Ángel flanqueado por personas suplicantes y presididos por la Trinidad (H.E.O.A.N.A.S.F.S.A.S.S.D.).
San Miguel arcángel con un caduceo (palo de mensajero) en su mano derecha.
San Rafael arcángel caminando de la mano del joven Tobías.
San Pedro frente a San Pablo / Puertas de las cuatro basílicas de Roma.
San Pablo apóstol (su martirio).
Martin V: 1417-1431 (busto).
Gregorio XIV: 1590-1591 (busto).
Pablo V: 1605-1621 (busto).
Urbano VIII: 1623-1644 (busto).
Inocencio X: 1644-1655 (busto).
Alejandro VII: 1655-1667 (busto).
Clemente X: 1670-1676 (busto).
Inocencio XI: 1676-1689 (busto).
Inocencio XII: 1691-1700 (busto).
Clemente XI: 1700-1721 (busto).
Benedicto XIII: 1724-1730 (busto).
Pío VI: 1775-1799 (busto).
Pío VII: 1800-1823 (en oración).
León XII: 1823-1829 (busto).
Pío VIII: 1829-1830 (busto).
León XIII: 1878-1903 (busto).
Escalera Santa.
Puertas de las cuatro principales basílicas de Roma.
Puertas de las cuatro principales basílicas de Roma rematadas por la imágenes propias de su advocación.
Puertas de las cuatro principales basílicas de Roma flanqueando a Jesucristo crucificado.
Puertas de las cuatro principales basílicas de Roma flanquedas por San Pedro y San Pablo.
Santa Ana y la Virgen María.
La Anunciación a la Virgen por el Arcángel San Gabriel.
La visita de la Virgen a su prima Santa Isabel.
La Natividad.
La adoración de los pastores al Niño Jesús.
La Huída a Egipto.
La Profecía de Simeón.
La Virgen con el Niño Jesús en brazos y San Juanito arrodillado ante ellos.
El extravío de Jesús en el templo.
El bautizo de Jesucristo en el río Jordán por San Juan Bautista.

SALVATOR MVNDI (busto de frente de Jesucristo).
Jesucristo y San Juan Bautista (bustos acolados).
Jesucristo lavando los pies a San Pedro.
Jesucristo frente a la Virgen / Escalera Santa.
Jesucristo orando en el Huerto de los Olivos.
Jesucristo atado al columna.
Jesucristo abrazado a la cruz.
Jesucristo sentado sobre la cruz.
Ecce Homo.
Jesucristo con la cruz a cuestas camino del Calvario.
Jesús con la cruz a cuestas de la Puebla de los Ángeles.
Santo rostro de Jesús coronado de espinas e impreso en el paño de la Verónica.
Jesucristo crucificado recibe en su costado, la lanza que un soldado a caballo le clava.
Sto. Cristo de Bibas.
Sto. Cristo de Burgos.
Sto. Cristo del Humilladero de Colmenar de Oreja.
Sto. Cristo de San Miguel de Chalma.
Sto. Cristo del Sabuco.
Sto. Cristo El Salvador de Val.
Sto. Cristo de Sirolo flanqueado por San Francisco de Asís y San Antonio de Padua.
Sto. Cristo de Tembleque.
Sto. Cristo de Zelaya.
Sto. Niño crucificado de la Guardia.
El Niño Jesús de Praga.
Jesucristo crucificado y flanqueado por cuatro escenas de su pasión.
Jesucristo crucificado sobre un fondo de inscripciones.
Cruz de Alcántara, Calatrava o Montesa.
Cruz desnuda rodeada por una serpiente, personas asombradas a sus pies y tiendas de campaña africano-asiáticas al fondo.
Cruz desnuda rodeada de una corona de espinas, con el corazón llagado sobre su tronco y los cuatro miembros llagados en posición acantonada respecto de la misma.
Siete escenas de la pasión de Cristo.
El enterramiento de Jesucristo.
Jesucristo yacente en una urna mortuoria.
La resurrección triunfante de Jesuscristo.
Los apóstoles glorifican a Jesucristo resucitado que extiende su mano hacia la de un ángel que desciende del cielo, desde donde preside la escena la paloma del Espíritu Santo.
Los símbolos de la Pasión de Cristo (Arma Christi).
El Sagrado Corazón de Jesús admirado por San Juan Bautista de la Salle y sus discípulos.
Corazón situado sobre los tres clavos de la pasión de Cristo y rematado por una guirnalda y una cruz.
Corazón sangrante de Jesucristo con las cuatro llagas en posición acantonada.
Tres corazones flameantes, rematados por una cruz rodeada por tres querubines y abajo, los tres clavos de la pasión de Cristo.
La inicial M sobre los corazones de Jesús y de María, y rematada por una cruz.
La inicial S atravesada en sentido vertical por un clavo retorcido de la pasión de Cristo.
Cáliz flanqueado por ángeles y candeleros.