Cruz Enkolpio bizantina Virgen PLATYTERA con los peces

Gracias amigo Rgude por estas reflexiones que haces con el tema iconografico de las Sirenas , sus diferentes ubicaciones y sus diferentes significados a estudiar.
Si lo ves necesario puedes abrir un post en Estudios , Articulos y Bibliografia y realizamos estudio aparte sobre el temario descrito.
Seria interesante disponer de las fotografias que mencionas , asi podemos estudiar el conjunto y sacar conclusiones .
El temario es interesante , sus origenes y su posterior relación con la Iglesia desde el arte bizantino hasta el XIII en varios paises no insertos de las influencias bizantinas.

Un saludo.

Se me paso querida tesayma en el post anterior. Gracias por la intervención y aportación del articulo "LAS LUCHAS DE CENTAUROS Y SIRENAS EN LOS TEMPLOS MEDIEVALES NAVARROS" de Eukene Martínez de Lagos Fernández .Lo leere con calma , aparte como bien dices hay que dar el significado que cada autor atribuye a estas representaciones de Sirenas que he plamado en los post anteriores y que conjuntamente con las que presente nuestro amigo Rgude , más las que expongan otros colaboradores podremos realizar un juicio más preciso de este estudio.

Un saludo,

Leido rgude y Pondus,

Bonsoir,
Comment traduire CHAPITEAU en espagnol ?
Le nom est-il masculin ou féminin ?
Existe-t-il un lexique franco-espagnol/espagnol-français des termes d'architecture accessible sur le net ?
Cordialement
Patrick

Hola amigo Rgude

Te paso dos Webs para traducir del Frances al Español. La primera es de terminos-Palabras, puedes poner cualquier palabra y te da la traducción y definición.

http://www.wordreference.com/fres/CHAPITEAU

La segunda es para textos, hay algunas palabras que no las traduce correctamente :

http://traductor.interbusca.com/frances-espanol/

Espero te vaya bien

Un saludo

Hola amigos ,

El CAPITEL : singular

LOS CAPITELES : plural

saludos

Dama coronada con dos peces, o sirena (ilust. nº 24). Friso

Escena de idénticas características a la descrita en el friso nº 1, por lo que omitimos todo tipo de comentario. Esta variedad había sufrido una transformación realista en el período gótico, presentando la forma de los peces completa, tal cual aparece en estas dos representaciones.
Decoración vegetal rellena los espacio libres.
Más información y bibliografia :

http://www.galeon.com/lasanglliria/sang0005.htm


Para traducir los terminos tecnicos recuerda :
http://www.wordreference.com/fres/Friso

Un saludo,

Aportación sobre la tematica :

PERVIVENCIAS ICONOGRÁFICAS DEL MUNDO CLÁSICO EN LOS CÓDICES PRERROMÁNICOS:


LA PERSONIFICACIÓN DEL MAR

En la Antigüedad, se denominaba "thíasos" (del griego) a la cofradía encargada de celebrar las fiestas en honor de una determinada divinidad, y, por extensión, al séquito o cortejo de personajes que formaban la procesión que en su honor desfilaba; el thíasos más importante de la Antigüedad fue el celebrante de las fiestas en honor de Dioniso, de marcado carácter popular, cuya influencia se dejó notar sensiblemente en la formación del "thíasos" marino.

El thíasos marino es una clara manifestación de la importancia que tuvo el mar en el ámbito de las llamadas culturas clásicas, y de su repercusión en la sociedad y en la política. La complejidad y grandeza del mar rebasaban los límites abarcables por una sola divinidad, por muy relevante que ésta fuera; así surgieron en su entorno los numerosos acompañantes de la gran divinidad, de Poseidón, que encarnaban y representaban las fuerzas menores, manifestaciones, a su vez, del impulso profundo, misterioso y desbordante del mar. Así pues, Poseidón se hizo acompañar no sólo de Anfítrite, su blanca esposa y alegoría de la calma marina, sino también de delfines juguetones y gráciles hipocampos; de ruidosos tritones, tritonisas y de las encantadoras nereidas.

Tritón, el único hijo varón de Poseidón y Anfítrite, mitad hombre y mitad pez, solía, como heraldo divino, iniciar el cortejo paterno, empuñando un instrumento en forma de encorvada bocina que animaba con un rugido poderoso; Tritón era, en palabras de Ovidio, "el torrencial", y sus truenos los presagios de las tormentas desencadenadas por Poseidón. Desde el siglo IV a.C., la figura de Tritón se multiplicó, y pasó a ser un personaje genérico. De esta forma, los tritones se convirtieron en una estirpe de seres mitad humanos, mitad pisciformes.

El prototipo de Tritón dio paso, asimismo, a la figuración de los ictiocentauros, seres concebidos como los centauros, pero con las extremidades traseras propias de los animales marinos, y de las tritonisas (mujeres con extremidades inferiores pisciformes), que no fueron muy frecuentes en las representaciones antiguas, posiblemente porque los artistas prefirieron la curiosa contraposición de naturalezas que se daba entre los monstruosos cuerpos de los tritones, y las exquisitas y delicadas formas de las nereidas.

Según las diferentes versiones mitográficas, las hijas de Doris y Nereo son cincuenta o cien diosas inmortales, las princesas del Mediterráneo, que forman parte del thíasos marino como la personificación de la fecundidad y gracia de la mar, de la que constituyen el espíritu y carácter típicamente femenino, frente a la brutalidad y aspecto masculino del mismo, representado por los ictiocentauros o tritones. Extraordinariamente bellas, como las ha calificado Hesíodo, estas nietas del Océano pueden ser entendidas como los aspectos fértiles y gratificantes del mar, como su propia belleza mutable en cincuenta o cien formas diversas.

Junto a la amable visión que ofrecen las nereidas, el mar fue también símbolo de destrucción. Así, el monstruo marino por antonomasia, el Ketos, era la personificación de la fuerza destructora de las inundaciones y catástrofes marinas. En el "thíasos" aparecía representado como una sierpe acuática o lobo marino. Su expresión de fiereza aludía a la constante amenaza del mar enfurecido, que todo lo arrasa, pero que a la vez vomita todo cuanto deglute. Por esta razón se convertiría en símbolo de Resurrección presente en las primeras manifestaciones artísticas del arte cristiano. Tal es el caso del episodio bíblico protagonizado por el profeta Jonás.

El Ketos fue, con frecuencia, atributo de Océano, a quien Hesíodo hace padre de los tres mil ríos de la Tierra, el desconocido y misterioso Atlántico que envuelve, a modo de sierpe, el Universo, y cuyo divino rango se equipara al de Poseidón, como su esposa Thétis, es similar en majestad a la hermosa Anfítrite.

Escila, Caribdis, y toda una suerte de seres híbridos de diversas especies animales (toros, cabras, leones, panteras, grifos, etc.) completaban el cortejo del dios del mar, y aparecían representados, con mucha frecuencia, en las manifestaciones artísticas hasta los días finales del imperio romano. Con las invasiones bárbaras, la herencia cultural queda depositada en Bizancio, pero entre los siglos vii y viii comienzan a aflorar en el arte occidental, de forma algo inconexa, personificaciones marinas y seres fabulosos cuya iconografía procede del thíasos marino clásico.

El llamado Renacimiento Carolingio fue una vuelta consciente a las obras de arte de la Antigüedad; la reforma de la Iglesia carolingia no puede concebirse sin una restauración de la cultura, ya que los focos de la renovación intelectual fueron abadías y catedrales, donde se redescubrió la obra de los escritores antiguos, y la de sus compiladores: Casiodoro e Isidoro de Sevilla.

El libro carolingio ofrece un panorama refinado, y sus mejores obras, convertidas en auténticos tesoros, demuestran que sus artífices (escribas, orfebres, pintores, escultores, etc.), se preocuparon por cuidar hasta los últimos detalles unos ejemplares destinados a la élite de la sociedad. Tanto en las tapas de encuadernación como en las miniaturas que ilustran los códices se pueden contemplar criaturas fantásticas de los dominios submarinos, heraldos de la mitología clásica que comenzaba a conocerse y a interpretarse en el medioevo.

El mar aparece personificado como uno de los cuatro elementos primordiales del Universo; su aspecto procede del mundo helenístico y romano, muy similar, por lo común, al modelo de personificación de los ríos o del Océano vigentes por entonces. En la mayoría de las representaciones, la personificación masculina del mar forma pareja con la femenina de la Tierra, especificándose, a veces, sus respectivos nombres en latín: "Mare" y "Terra"; a dicha pareja se suman los símbolos del sol y la luna, que, encerrados en medallones, ocupan la parte alta de las composiciones.

Por lo general, las cubiertas de los libros carolingios estaban realizadas en marfil, técnica artística de gran auge ya en la Baja Antigüedad. Se utilizó, principalmente para la ejecución de dípticos, modelo que habría de influir decisivamente en las tapas de libros carolingios.

Desde fines del siglo IX la Crucifixión de Cristo fue el tema preferente para la ornamentación de dichas cubiertas ebúrneas. El tema aparecía rodeado por alegorías de procedencia clásica: el sol y la luna en la zona superior, y el mar y la tierra en la inferior.

Entre estas cubiertas destaca la del llamado Libro de los Perícopes (fig. 1) de Enrique II, obra atribuida a la escuela del Palacio de Carlos el Calvo, en Reims (870 aproximadamente), actualmente custodiada en la Bayerische Staatsbibliothek de Munich. La obra es, ciertamente, una obra maestra de la eboraria, realizada con un virtuosismo técnico incomparable; está enmarcada por una magnífica orla de oro y esmaltes e incrustación de piedras preciosas que fue realizada en tiempos de Enrique II (1024-1026).

La parte superior o zona celeste del conjunto está ocupada por sendos medallones dentro de los cuales aparecen las cuádrigas de Helios (el Sol), y de Selene (la Luna), y, en medio de éstos, la mano de Dios Padre surge de entre las nubes (1). A continuación están las figuras dinámicas de tres ángeles enviados por el Padre, que se aprestan a recoger el alma de Jesucristo. Por debajo, la tierra, donde Jesús, en el centro, ha sido ya martirizado en la cruz, al pie de la cual se enrosca una enorme serpiente, símbolo del pecado vencido. Longinos atraviesa con su lanza el costado derecho de Jesucristo, del que mana a borbotones sangre y agua, recogida en un cáliz por una figura femenina, la Iglesia. En el lado opuesto, Stephaton da de beber a Cristo vinagre, sirviéndose de una esponja sostenida por una caña; a su lado San Juan se cubre el rostro en actitud dolorosa. La ciudad de Jerusalén, representada como una mujer con corona turriforme y portando una banderola en su mano, entrega un disco redondo -la Tierra- al Emperador, que aparece entronizado en su palacio.

Tres personajes acuden al sepulcro ya vacío, custodiado por cuatro soldados romanos dormidos, y son recibidos por un ángel del Señor, que, sentado en la retirada losa pétrea, les da razón de lo acontecido (Mateo 28, 2). En la parte inferior se testimonia el portento evangélico coincidente con la Resurrección de Cristo: "muchos cuerpos de santos que dormían resucitaron" (Mateo 27, 52), clara alusión al Juicio Final.

Finalmente, cerrando la composición aparece la Roma pagana, con el pecho desnudo, y flanqueada por las personificaciones del Mar y de la Tierra. El Mar, el Océano, está inspirado muy de cerca en sus modelos helenísticos, como demuestran su cabeza, espalda y brazos, de clásicas proporciones; en cambio, su abultado vientre recuerda, más bien, a las divinidades fluviales, principios fecundantes de la tierra. Esta simbiosis demuestra la mezcla de modelos clásicos barajados por los artistas carolingios (2).

Este anciano Océano adorna su cabeza con una corona rematada en potentes patas de cangrejo, a guisa de cuernos, de las que únicamente se conserva una. Parece vislumbrarse que en su remate, estas "chelai" pudieran representar pequeñas cabecitas de serpiente. Asimismo, sostiene en su brazo izquierdo un cuerno repleto de plantas acuáticas, para aludir a la fertilidad y abundancia de sus dominios, y apoya el derecho en un cántaro del que fluye, ondeante, el caudal que le pertenece.

La Tierra es una mujer de senos descubiertos, uno de ellos succionado por una serpiente (símbolo del poder ctónico), que ostenta el característico cuerno de la abundancia, y alza su cabeza para contemplar los acontecimientos de la zona superior.

El modelo de la personificación del mar del Libro de los Perícopes aflora de nuevo a fines del siglo X, ya en época otónida, y en versión más sencilla, en la célebre Crucifixión de Tongres (fig. 4), obra realizada en Lieja, y vinculada al obispo Notger de dicha ciudad. El esquema anterior se mantiene en líneas generales. En cuanto a la personificación del mar se producen algunas variantes: sólo son visibles su dorso y cabeza, y el remo de sus manos ha sido sustituido por sendos peces. Su cabeza está tocada por unas enormes pinzas de crustáceo, que se han tornado, definitivamente, en prótomos amenazantes de sierpe marina. Un pequeño cántaro manante deja salir su caudal.

Otro modelo iconográfico muy repetido en las cubiertas ebúrneas de época carolingia y otoniana es el que representa al mar llevando un remo en la mano, mientras cabalga a la grupa de un fantástico monstruo de las profundidades, de un Ketos. Bajo tal aspecto le podemos contemplar en un magnífico ejemplar que conserva actualmente la Biblioteca Nacional de París (Ms. Lat. 9383), perteneciente a la escuela de Metz, y fechable en torno a los últimos años del siglo IX. Como es habitual, las personificaciones del elemento terrestre y acuático aparecen en la zona inferior del conjunto, flanqueando a la venerable matrona que personifica a la ciudad de Roma.

Un significativo ejemplar en la línea iconográfica que estudiamos es el llamado Manuscrito de Verdún (fig. 3) (Londres, Museo Victoria y Alberto), realizado igualmente en los últimos años de la novena centuria en la escuela de Metz. Como sus afines, la Crucifixión de la Catedral de Verdún está realizada en marfil, pero presenta cabujones, hoy vacíos, que antaño estuvieron ocupados por pedrería incrustada. El mar es un anciano de larguísimas guedejas húmedas y rostro de característico perfil, semejante al de Cristo. Su torso se ha girado bruscamente, y sus brazos resultan inverosímiles en su forzada postura: uno de ellos sostiene un remo en alto mientras que el otro descansa sobre su cabalgadura. Galopa sobre un robusto monstruo marino, un auténtico Ketos de la Antigüedad, provisto del rostro de cocodrilo o lobo, orejas de cánido, grandes aletas escamosas y un fantástico cuerpo que se enrosca en su parte trasera para rematar en una llamativa cola tripartita. No cabe duda de que sería el mar, sobre tan hermosa montura, la figura mejor cuidada del conjunto, la más impresionante.

Junto a estas obras maestras salidas de los talleres de Metz, es preciso señalar la existencia de otra escuela eboraria de gran producción, centrada en torno a la región de Lotaringia (Lorena), en la que se repiten los temas y símbolos ya frecuentes en la ciudad del Mosela. Un nutrido número de representaciones, estilísticamente menos cuidadas, habla de la importancia de dicho taller (3).

Las personificaciones del Mar y la Tierra aparecían también incluidas, con menos frecuencia que en las crucifixiones, en otros temas. Ejemplo ilustrativo de ello es el Evangehum Longum (fig. 2), trabajo realizado hacia el año 900 en el Scriptorium del Monasterio de Saint Gall (Suiza), por un monje llamado Tuotilo. Mar y Tierra son dos elegantes figuras provistas con sus atributos iconográficos distintivos que han sido representadas, a la manera habitual, en el extremo inferior de la composición, que muestra a Cristo en Majestad rodeado del Tetramorfos. El Mar representado en este evangeliario asume para sí los atributos iconográficos tradicionales de los ríos (ancianos recostados que vierten agua de una vasija) con los que combina la habitual iconografía carolingia del Océano cabalgando sobre el Ketos; por ello, esta personificación resulta extraordinariamente interesante, tradicional y nueva a un tiempo.

El Evangeliario de Noailles (París, Biblioteca Nacional, Cod. Lat. 323) (fig. 5) constituye una variante iconográfica de notable interés para el presente estudio porque en su ebúrnea cubierta, bajo un Cristo entronizado entre San Pedro y San Pablo (Traditio Legis), aparece una personificación del mar en solitario. El manuscrito y su tapa de marfil corresponden a la segunda mitad del siglo ix y su procedencia es objeto de enconado debate (4).

Debajo de Cristo, siguiendo el eje central marcado por él, aparece una personificación masculina del mar, o mejor, del elemento húmedo. Si bien su iconografía está tomada de patrones antiguos, la reinterpretación de los atributos iconográficos que ostenta resulta original con respecto de sus modelos: es un anciano de forzada postura -cruza las piernas, gira el torso, la cabeza y un brazo- que contempla la escena superior. Su anatomía, de indudable inspiración clásico-helenística aparece muy geometrizada y su cabeza está tocada por un auténtico caparazón de buey de mar, con las pinzas o "chelai" correspondientes.

.....

Como atributos de identificación, este Océano ostenta un remo -inestable bajo la presión del codo- y un pez, asido con fuerza por su mano izquierda; mientras, una sinuosa sierpe marina de cabeza semejante a la de un ave y cola tripétala aparece enroscada a su rígido brazo derecho. La mano diestra de este venerable anciano de los mares ha sufrido una fantástica metamorfosis. Transformada en pinza de crustáceo, con ella vuelca un pequeño cántaro del que mana el agua de su dominio, sobre la que se asienta su dominador.

Del mismo modo que estas personificaciones paganas, utilizadas como meros repertorios decorativos fueron motivo habitual para las cubiertas de los libros carolingios y otonianos, si abrimos estas ebúrneas tapas y examinamos las pinturas que ilustran el interior de estos códices, comprobaremos cómo también en ellas sobrevivió, en los tiempos prerrománicos, la iconografía de algunas divinidades del mar: su personificación, las sirenas pisciformes y otros seres del "thíasos" marino antiguo.

El mar aparece personificado, siguiendo las pautas citadas anteriormente, en obras tan señeras como el Codex Aureo de San Emeano de Ratisbona (Bayerische Staatsbibliothek de Munich), realizado hacia el 870 en la escuela de Carlos el Calvo, probablemente en Saint Denis; el folio que ilustra la Adoración del Cordero (fig. 6) presenta la escena en una órbita celeste, situada por encima del Mar y la Tierra, cuyas personificaciones, inspiradas en modelos antiguos, enfatizan el sentido cósmico del conjunto.

La secuencia iconográfica iniciada en época de Carlomagno y sus sucesores tiene su lógica consecución en el mundo otónida, como demuestra el Evangeliario del Abad Bernward de Hildesheim (Catedral del Hildesheim), obra de principios del siglo XI. El carácter simbólico del manuscrito se manifiesta de modo especial en la miniatura que ilustra el principio del Evangelio según San Juan "In Principio erat verbum" (folio 174) fig 8 . En ella, el Océano es un personaje de largos cabellos y grisácea barba, que recuesta su cuerpo sobre el lomo de un Ketos sumergido en las aguas, del que sólo emerge la cabeza a la superficie. Con la mano derecha sostiene un cántaro que vierte al mar su contenido, bajo el cual aparecen dos peces afrontados. Sobre su cabeza, Océano ostenta un atributo a modo de alas, que ha venido a sustituir a las habituales pinzas de crustáceo. Pudiera pensarse que se trata de un error de iconografía, pero el hecho de que la Oceánida Thetis, la Señora del Mar, ostentase atributo similar en muchos pavimentos musivarios del Bajo Imperio nos remite nuevamente al conocimiento de las fuentes clásicas. Como en muchas otras ocasiones, el Océano forma pareja con una personificación de la Tierra.

Al iniciarse el siglo X fue realizado el Evangeliario de la Catedral de Bamberg (Colonia), que se conserva actualmente en la Biblioteca del Estado de dicha ciudad. En este sorprendente e imaginativo conjunto sobresale asimismo la ilustración del principio del Evangelio según San Juan (fig. 7). Cristo Pantocrátor, escoltado por querubines, aparece entronizado encima del globo terrestre. El exterior de dicho globo está ocupado por las alegorías del Sol y la Luna en la parte alta, y el Mar y la Tierra en la parte baja, acompañados de inscripciones con sus nombres.

El Mar es, en este caso, la figura de un hombre de rostro cuidado y angulosa anatomía, desnudo hasta el pubis. En su mano derecha levantada sostiene un pez de gran tamaño mientras que la izquierda, metamorfoseada en una cabeza de serpiente marina, se convierte por su boca en manantial del caudal que forma el océano. Este caudal fluye entre ambas piernas en línea coincidente con la de su extraño pie izquierdo, que casi sugiere una aleta pisciforme.

Al lado de estas personificaciones del Mar sobre las que hoy hemos centrado nuestro interés, los libros carolingios y otonianos incluyeron asimismo, entre sus repertorios temáticos figuras tan interesantes Y significativas como son las de las tritonisas, sirenas pisciformes, el río Jordán a la manera helenística, y algunos monstruos marinos cuyos prototipos fueron los que en la Antigüedad formaron patee del mítico. cortejo marino.

Difícil resulta compendiar temas complejos en unas breves líneas. Sin embargo, las delicadas muestras que en este caso hemos elegido como ilustración, dado su interés icono gráfico y belleza, evidencian por sí mismas el fondo de este trabajo, el cual no es otro que el de subrayar las pervivencias, transformaciones y adaptaciones de los patrones clásicos en los talleres de los artífices prerrománicos (5).



NOTAS

(1) Véase Arco de Constantino.

(2) El prototipo de divinidad fluvial, tal y como aparece en el Nilo del Vaticano es creación alejandrina, inspirada en la concepción andrógina de Hapi, la divinidad fecundante del Nilo.

(3) Cfr. Goldschmidt, A., Denkmäler der Deutschen Kunst, Berlín, 1969-1979, 6 vols.

(4) Un grupo de historiadores piensa que la obra fue realizada en Francia, en la Corte de Carlos el Calvo, y otra facción, encabezada por el prestigioso Becwith, la suponen obra anglosajona.

(5) Dada la limitada extensión del presente comunicado, no ha sido posible abordar una
síntesis de las características iconográficas de otros seres marinos derivados del "thíasos" antiguo cuyo origen y significación resultan especialmente complejos. Su desarrollo, exhaustivo ha quedado tratado en uno de los capítulos de mi Tesis Doctoral, leída el 21-6-93 en la Universidad Complutense de Madrid.

Autora : M.ª Isabel Rodríguez López
CUADERNOS DE ARTE E ICONOGRAFIA / Tomo VI - 11. 1993
http://www.fuesp.com/revistas/pag/cai1124.htm

Saludos,

Muy bien Pondus, veo que seguimos por el buen camino, me alegro de que la Iconografía siga siendo nuestra luz para llegar a dónde sea : Porqué nuestra mente es abierta, porqué si cometemos errores sabemos rectificarlos, porque antes de afirmar rotundamente sabemos decir quizás, porque aportamos datos para que otros puedan seguir nuestra tesis, porque no partimos de un único objeto particular y local para generalizar y por ello seguimos buscando.

saludos,

Gracias Tesayma , proseguimos ampliando documentación, todo ello vereis al final que tiene una finalidad fehaciente y empirica.



Una sirena con la ayuda a la pesca - la iglesia convento de Notre Dame de Cunault, Loira, en el oeste de país entre Angers y Saumur

Hola Pondus, creo que este nuevo avatar nos guiará hacia nuevos descubrimientos.

De tu excelente trabajo,querido maestro, en un primer análisis deduzco :


1.-Que las figuras de las sirenas se repiten en muchos capiteles , tanto del Románico francés, como del catalán y español.

2.- Que no podríamos decir que estas imágenes de sirenas presentan analogías con la imagen ORANTE - ya sea Virgen o santos- que se encuentra en escultura, pinturas murales( frescos) y manuscritos, por cuando sus manos no están en actitud de plegaría u oración,es decir no de hallan abiertas- dar y recibir-, sinó que por el contrario suelen sujetar por lo que vemos hasta ahora normalmente peces.

A título de ejemplo muestro este capitel románico del s. XII de St-Pierre de Chauvigny, Poitou-Charentes, France , ilustrativo de que una rápida o inexperta observación puede conducir a conclusiones varias, pero no siempre todas acertadas, por más que en el Románico se permita-parece ser- un mayor número de libres interpretaciones.



*Por la posición de sus brazos,inicialmente se podría pensar que se trata de la figura de la ORANTE, pero sujeta entre sus manos un frasco y una copa además de presentar una larga cabellera sobre sus hombros, siguiendo la iconografía de Reau, se podría identificar como mo Maria Magdalena o bien otras . Pero evidentemente no una Orante.

Estos argumentos y no conclusiones, las someto a vuestro parecer.

Un abrazo,

He editado para una mejor comprensión del texto.

Bonsoir Tesayma,
Sur ce chapiteau de Chauvigny c’est « la grande prostituée de Babylone » qui est représentée, il est peut-être imprudent de vouloir faire l’analogie : sirène -> orante ->… prostituée
Mais ma faible connaissance de la langue espagnole, ne m’a peut-être pas permis de comprendre toute la saveur de votre message ?

Cordialement

Patrick

Buenas noches Tesayma,

sobre esta capitel de Chauvigny es “la grand prostituta de Babilonia” que está representado, él es quizá imprudente querer hacer la analogía: sirena -> orante ->… prostituta
¿Pero mi escaso conocimiento de la lengua española, no me permitió quizá incluir todo el sabor de su mensaje?

Cordialmente

Patrick

PS:Su nuevo avatar es muy bonito

Hola amigos
El sentido que nos da nuestra querida Tesayma es claro y contundente, nos expresa que no podemos relacionar la Iconografia del Enkolpio Bizantino reflejado en una de sus caras por el Cristo y por la otra con una metamorfosis de la Sirena y toda el significado que comporta fuera de la espiritualidad reflejada en el arte bizantino, el ejemplo del capitel que nos ha mostrado en su ultimo post y de los que he expuesto servidor anteriormente asi lo demuestran , hay multitud de ellos pero ninguno reflejando esta relación directa con Jesus.
El Enkolpio tiene un claro reflejo de relación sagrada y espititual y como relicario asi lo demuestra. El hilo de investigación va bien encarada por parte de nuestra conocedora y experta Tesayma. Como dije en el post anterior vereis al final que tiene una finalidad fehaciente y empirica.

Un saludo amigos

... Estoy de acuerdo con tu tesis, Pondus.
Para seguir con el tema, algunas imágenes sobre la figura del / la Orante -por el momento no nos referimos a ninguna Virgen-

...El orante es un tema iconográfico del arte paleocristiano donde se representa a una persona con las manos extendidas en gesto de plegaria. Se trata de una posición típica de la oración que se encuentra atestiguada, por ejemplo, en algunos textos del Antiguo Testamento (cf. Éx 17, 11, Lm 3, 41, Sal 118, 48, etc.) El gesto también es mencionado en algunas obras de la antigüedad, como una carmina donde Catulo afirma que a Calvo no le quedaba más remedio que dirigirse a los dioses elevando las manos (Carm 53, 4-5). También Virgilio narra que Anquises habría tendido las manos al cielo para pedir a Zeus (En II 687; véase también: En VI 314).




fuente : http://es.wikipedia.org/wiki/Orante_(tema_iconogr%C3%A1fico)



Figura orante, hacia el año 330 de J.C., pintura mural, Roma, Catacumbas de Trasón, Cementerio Mayor.



Figuras orantes en el Paraiso, fines del s. III de J.C. fresco Roma, Catacumba de san calixto, Cripta de los Cinco santos

saludos

Gracias Tesayma , proseguimos con un fragmento de José Luis Rodríguez Guerrero "EL PEZ FILOSÓFICO"



Es importante tener en cuenta esta base como paradigma del Cuerpo mixto y en el ambito en el que realiza el estudio el autor.

Un saludo,

Gracias Pondus, de acuerdo con nuestro trabajo en equipo, vamos a proseguir retomando el hilo de la orante en las catacumbas, tu post en paralelo- " Arqueologia cristiana. catacumbas de Roma - es de obligada lectura, para entender el orden cronológico que estamos imprimiendo a nuestro estudio : Aviso a navegantes y cuidado con las sirenas, ...


EVOLUCION DE LA CRUZ RELICARIO BIZANTINA SIGLOS VI-XI
-fuente contrastada, que mostraremos al finalizar el trabajo.
- con carácter muy generalizado para todo el Imperio Bizantino.

Sólo una pincelada gráfica,

1.- Cruz pectoral s. VI-VII. anverso : Cristo en actitud rígida, colobium, 2 clavos[...]; reverso anicónico con motivos florales , geométricoc, ...



2.- ** Primera cruz con decoración bilateral destinada a señalar la doble naturaleza humana y divina de Cristo, insistiendo en el rol de la Virgen como vehículo de salvación. s.VIII-IX. Anverso Crucifixión, reverso Virgen apoyando sus manos sobre la espalda del Niño( tipo Kyriotisa) encuadrada por cuatro arcángeles en este caso,los evangelistas, o los Padres de la Iglesia en la cruz de Pliska.



Cruz de Pliska, modelo Kyriotisa. s. IX-X


3.- Ciclos con escenas Cristológicas. s. IX-XI, en donde podemos observar en el reverso y en el centro la imagen de la Virgen de la Ascensión en actitud orante, flanqueada por dos arbustos.




Por último, para simplificar,
4.- Cruz relicario con Cristo crucificado y la Virgen Orante. Los talleres localizados en los Balcanes, difundieron una producción hallada en contextos arqueológicos datados en los s. XI- XII o alrededores del s. XIII





saludos,

Para concluir el tema de la imagen de la Orante Paleocristiana, no debemos olvidar su origen posiblemente pagano, derivado de las monedas romanas PIETAS-ATIS.

Pietas de pius, que reconoce y cumple su deber... uno de los valores romanos más importantes




Luego sigo, saludos

IMAGENES BIZANTINAS DE LA MADRE DE DIOS

Las imágenes fueron de suma importancia en Bizancio, acumulando las iglesias y monasterios enormes riquezas que desencadenaron las luchas iconoclastas.La imagen bizantina parte de la estética de lo útil, sustituyendo el mensaje escrito permitido por la imagen, sólo para ayudar a los no letrados a comprender mejor el dogma. No hay libertad por parte del propio artista .
Durante el período iconoclasta, se destruyeron infinidad de obras de arte, perdiéndose casi todas las pinturas y mosaicos. Sin embargo a mitad del siglo IX, vuelven a recuperarse los motivos iconográficos anteriores al iconoclasmo.
Sobre iconos ver
http://cruces-medallas.foroactivo.com/iconos-f17/iconos-historia-arte-y-devocion-t33.htm

Presentamos esta serie de imágenes, sin orden cronológico- para que sea más fácil insertarlas-, con el objetivo de adentrarnos en este mundo. Queremos destacar las variaciones formales de la imagen de la Virgen, que en función de la actividad que desarrolle recibirá distintos nombres. Simplificando mucho : Kiriotissa, Blachermitissa, Glycofilusa, Galactrofusa, Theotokos, etc; actualmente la iglesia ortodoxa griega tiene más de 600 Panagias. ( las difrencias ortográficas dependen del origen de la lengua inicial...
Otro detalle importante, es el tratamiento de los relieves en el ropaje y muy especialmente del maphorion o velo, usado por la Virgen.

Las imágenes que exponemos a continuación, todas ellas de una gran belleza plástica, están pensadas para que podamos valorar cómo trabajaban el marfil, la plata, el mármol, aquellos profesionales bizantino, esculpiendo los relieves con gran maestria.
Se puede a la vez observar, otros detallesen el vestuario : retículas, y otros trabajos. Esperamos que ello nos sirva para comprender el trabajo de las Cruces Relicario bizantinas.

Orante s. XI, mosaico




Teodora y su séquito - panel mosaico del presbiterio. c. 547 ( moda en el Imperio Bizantino)




Coronación de Romano II y Eudocia. relieve de márfil. c 945. ( observación riqueza vestuario, )





SON PLIEGUES O SE TRATA DE UN PEZ, LO QUE VEMOS EN SU PARTE INFERIOR ?


Virgen con Niño.Teotokos Hodegetria. Estatuilla en marfil




Virgen Orante. Panel de marmol

Amigo Fibula , me alegra verte otra vez a la acción, ya ves que esta Cruz Enkolpio es fruto de inspiración para muchos. .
La linea a seguir en mi modesta opinión siempre ha sido el tema Iconografico que es el unico en que podemos basarnos para realizar un buen estudio empirico.
Un factor es la mitologia y fruto de ello se hizo constatar sobretodo en la arquitectura Romanica y otra muy diferente en objetos devocionales y relicarios como es el que nos ocupa.por tanto no podemos relacionar el reverso de un Enkolpio en la que la otra cara esta el Crucificado con los 7 pecados capitales y la lujuria.
Por mucha metamorfosis que haya , no quita que es toda una fuente hipotica ya que sus cimientos se basan en la mitologia. Otro concepto muy diferente es la Madre de Jesus , demostrable y que en sus sayas solo hay pliegues a mi entender , esta en posición orante y el fruto de los peces cinco se debe a otro aspecto iconografico al que nuestra querida Tesayma y servidor pronto daremos con el punto concluyente y al que debo muchos hilos de investigación a nuestro amigo Fibula.

En enlace que muestras amigo fibula es curioso y aporta otro datos más a lo que ya estamos comentando.


Un saludo amigos

Buenos dias amigos,

Me ha encantado tu post, Fíbula, realmente con una lectura soleada es muy divertido, quién les iba a decir a los fundadores de Starbucks, los tres socios: el profesor de inglés Jerry Baldwin, el profesor de historia Zev Siegel, y el escritor Gordon Bowker, que su sugerente i gordita sirenita de doble cola, tan placentera ella- como el café que querían vender-removería los cimientos de la sesgada moral americana...

En nuestro caso el proceso intelectual, en relación a la metamorfosis de la sirena en Platytera, no se basa en un " rasgarse las vestiduras" porque se trate de un concepto cristiano, sinó porque nos parece que ha habido una cierta ligereza en el estudio preiconográfico del enkolpio.

A título personal, debo reconocer que sin tus estimables investigaciones, posiblemente hoy me hubiera sido más dificil conocer a Brigitte Pitarakis. Su profundo estudio sobre " Les Croix-Reliquaires pectorales Byzantines en Bronce, nos está siendo de gran ayuda para nuestros estudios iconográficos del enkolpio.

Los contactos que realizaste con otros investigadores del arte bizantino, han sido otra via para descubrir
el importante libro de Maria Vassilaki , Images of the Mother of God, perceptions of the Theotokos in Byzantium, serie de ponencias realizadas a raiz de la exposición " Mother of God" en el Museo Benaki de Atenas.

Tu inestimable búsqueda de imágenes de enkolpios bizantinos con Orante y peces, así como los hallazgos arqueológicos de Pliska que nos mostraste, fueron otra gran ayuda para descubrir la existencia de unos enkolpios de los que todavía no conocemos la opinión de los especialistas en la materia. Sólo lamentamos que se tomara como " secuencia metamorfica", algo que a nuestro entender no lo es, aunque lo parezca; por ello no aceptamos no sólo la generalización del concepto sino que además se base en una mirada muy primaria dentro de un texto tan erudito : Esto fue lo que realmente nos sorprendió.

Y por último agradecerte que nos enseñaras a ver la iconografía con un sentido más " Panofskiano", por otra parte más dificil ya que requiere un gran saber, que por mi parte - todavía- no he alcanzado.

En fin que me alegro que nos acompañes nuevamente. Muchas gracias , Fíbula.

Un saludazo,